La tarde de trabajo llena Brahms,
recuerdos imprecisos o inventados;
el tiempo, que confunde sus caminos,
no sabe qué vendrá ni qué ha pasado;
finalmente dará todo lo mismo,
ni el tiempo ni tu ausencia me hacen daño,
hay un rincón de sol para la vida
y de tierra un rincón para el cansancio,
y en tus ojos, serena, la costumbre
de volver a soñar con lo soñado,
un hilo de oro casi trasparente,
me dicen que es de amor lo que ha quedado;
yo no lo sé, sería, si amor fuese,
estar con tierra y sol contigo al lado.
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