Hemos de ir abandonando a Garcilaso el melodioso para acompasar estas notas al ritmo de las clases que doy en la UAM, ya que las próximas estaciones de lectura nos van a llevar a fray Luis de León y a Juan de Yepes, y para ambos casos quería ilustrar su lectura –la lectura de los textos, que es lo fundamental, claro– con documentación genuino, con fuentes primarias. Para fray Luis, verbo y gracia, he rebuscado –y he encontrado– la documentación original de sus últimas actividades en el Madrid finisecular, actividades entre religiosas, oficiales e intelectuales: además de sus pequeños negocios mercantiles (se encuentra documentados en el AHPM), las que se refieren a su intervención en los casos de las carmelitas descalzas (1590, que se encuentran en otras colecciones documentales), mientras, por cierto, preparaba la edición de las obras de Teresa de Cepeda o de Jesús (todavía no era santa). Actuación curiosa la de fray Luis, que residía en su convento, el de las gradas de San Felipe –donde hoy están las casas de Cordero–, al lado de la puerta del Sol, enfrente de la mancebía.
En el cruce de papeles y documentos hay un momento en el que Felipe II, de su puño y letra, corrige un "prender a fray Luis de León" por "reprender", ya que, contrariamente a lo que se suele comentar, el agustino se mostraba reacio a las órdenes de Loaysa, que trasmitía las del Rey, pues había un mandamiento apostólico de por medio y la sede papal estaba vacante. Ya lo veremos, pues es un ingrediente conocido de la personalidad de fray Luis: firme en sus convicciones y combativo con sus ideas.
Volvemos a Garcilaso el melodioso. Las nuevas apreciaciones, también técnicas, son para mostrar la constante aspiración de la h- (f- latina), pues lo habitual es que no aparezca la que h- (del latín h-): Umana, ora, ombre..... Véase un ejemplo entre decenas:
1.4. 8 O hermosura sobre el ser umano
Que un editor moderno hubiera escrito ¡Oh, hermosura
sobre el ser humano! en donde solo la h- de
hermosura es aspirada.
Entre los casos menos conocidos, merece la pena señalar la aspiración de la h- de “helo” (o helo alli,
dichoso tú que afloxas). Convendría decir que "he" es un resto arqueolingüístico de un presunto impersonal.
Pero vamos, la
aspiración de la h- es general:
1.4.6 Mas
que haré? que el alma ya barrunta,
2.6 que
quiero renovar en la memoria
3.6.8 la
herida mortal de aguda punta…
1.4.6 antes
de aqueste, al val de la hortiga
4.6 a
le hurtado alguno o escondido
2.6.8 o
cuerpo e te hallado y no lo creo
1.3.6 antes
nunca te hartas de mirarme
2.4.6.8 que
hasta aquí, qué dices tú Salicio?
2.6 Virtudes
y hazañas de los hombres
2.4.6 pudiendo
qué hará, sino hacello
4.6 como
de un solo hijo deseado
2.4.6.8 del
oro ya tirado en rico hilo
1.4.8 iva
de hayas una gran montaña
Hiatos y diptongaciones /dialefas y sinalefas, etc.
Es Garcilaso el que comienza a alargar o distender sílabas formadas por agrupaciones vocálicas, en un juego sonoro que alcanzará la exquisitez en Góngora, sobre todo en Góngora, aunque hay palabras –¡todavía hoy!– que prefieren determinadas realizaciones acústicas, su-a-ve, ma-es-tro, ru-i-do, etc.
2.4.6 el
suave olor del prado florecido
Sin embargo, el fenómeno más abundante y curioso es el de la sinéresis (diptongación) de los hiatos en "ía", normalmente cuando no ocupan el axis rítmico: es decir, uno de esos casos en los que la estructura métrica se impone sobre la de la lengua, que prevalece en los buenos poetas actuales (los que componen de oído y no contando sílabas). Los ejemplos también podrían multiplicarse (pongo una tilde métrica en los primeros casos, para entender lo que ocurre):
2.4.6 podrián
tornar d’enfermo y descontento
2.4.8 seguiá
la caza con estudio y gana
2.4.8 que
della un punto no sabiá apartarme
2.4.6.8 que
via volar aquella vanda amiga
1.4.6 todos
venián al suelo mal su grado
3.6. pareciá
que mirando a las estrellas
2.4.6 rompiá
con gritos ella i convocava
2.4.6 veniá
por nuestra mano y la cuitada
4.6.8 a
conocer mi mal tenía el intento
2.4.6.7 veria
de quella que yo tanto amaba
2.4.8 de
cuantas digo quien debrias escucharme
2.4.6.8 tras
esto el puerco alli se via herido
4.6.8 y
temerario error que avia seguido
2.4.6.8 que
nunca dia ni noche cesan dellas
2.4.6 allá
os iría a buscar como perdido
2.4.8 gentil
cabeza¡ no daria por ella
2.6 estuvo
halagando las culebras
1.4.8 parte
del aire que solia dar vida
2.6.8 pintado
el caudaloso rio se via
2.4.6.8 yo
avia jurado nunca más meterme
2.4.6 a
poder mio y a mi consentimiento
2.4..7.8 señora
mia, si de vos yo ausente
2.4.8 hermosas
ninfas que en el rio metidas
4.6.8 mas
con la lengua muerta y fria en la boca
Y todo este fenómeno métrico-fonético no ha encontrado modo de solucionarse en la edición de textos. Como tampoco en el fenómeno semejante que ocurre con las palabras esdrújulas que terminan en hiato (ebúrnea, mediterranéo, purpúreo....); pero que métricamente son diptongos.
2.4.8 Con prestas alas por la eburnea puerta
2.6. O hermosas oreades que teniendo
2.4.8 Cestillos blancos de purpureas rosas
La casuística de estas ocurrencias resulta, sin embargo, más compleja, pues intervienen factores cruzados: el tipo de palabra o de diptongo, su lugar en el verso, las necesidades métricas del poeta. Véase este ejemplario, que comienza por documentar que no ocurre con todos los hiatos, sino con los que se abren ( x-a)
2.4.6.8 Del
seco estío el gran calor ardiente
pueden aparecer como diptongos en pleno axís rítmico, aunque ahí se dan todo tipo de soluciones:
2.4.6 Adiós corrientes rios espumosos
1.2.4.6 ay dulce fuente mía y de cuan alto
2.6.8 y cierta confïanza claro davan
Para la variante de las sinalefas en el
axis rítmico:
4.6 ni
lo traté como otros con engaños
3.4.8 a
ningún ave o animal natura
1.4.6.8 aunque pedir tú eso no es cordura
1.4.6.8 heme entregado heme aquí rendido
1.4.6 mientras
la ardiente ora de la fiesta
3.4.6.7 me dexó aquí y aquí quiere que muera
A veces ocupan ese axis:
2. 4.6 No
estáis, haced que sean las ocasiones
1.4.6 nunca
entre sí los veo sino reñidos
3.6. figurado
se via estensamente
Puede ocurrir en otro lugar que no sea en 6ª:
2.6 de
áspera corteza se cubrían
2.6.8 en
fin que como quiera estoy de arte
2.6 mi
alma, si es contrario lo que creo
1.4.6.8 dentro
en mi alma fue de mi engendrado
2.4.6.8 escrito
está en mi alma vuestro gesto….
2.6 mi
alma os a cortado a su medida….
3.6 y
dejé de mi alma aquella parte
2.4.6.8 El caro hermano buscas, que solo era
3.6.8 la
mitad de tu alma, el cual muriendo
defectuoso no
quedará ya tu alma entera.
1.4.8 Libre
mi alma de su estrecha roca
Edición manejada, la de las anotaciones de Herrera (1580) |
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