hojas de roble para tu desnudo
estrellas en los árboles maduras
hay una que se queda sobre el pecho
y varias que no cubren lo que ocultan
junto al vello se enreda una pequeña
más nervado su envés y más oscura
a tu cuerpo ha venido la belleza
voy quitando las hojas una a una
son las manos que llevan los deseos
las que trazan tu cuerpo y lo dibujan
las manos volverán con pensamientos
que por pasión se olvidan de ternura
río encendido que mis labios beben
la noche abierta se entregó la luna
Me ha encantado el segundo cuarteto, Pablo, especialmente los dos versos finales del mismo. Extraordinaria facilidad para utilizar un molde una tras otra vez y extraer de él exquisitos, menudos bizcochos que en el paladar se me licuan (permítaseme) con dulzura. Gracias
ResponderEliminarAprovecho también, que se me pasó en su día, para echarle una loa al 4 de enero, aquello de abre tu piel cuando mis manos pasen, déjame ser en ti contigo
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