No sé a qué papelera terminarán por arrojar las firmas que se recogen para lograr enderezar, corregir, enmendar, protestar..... Sí que creo que la indignación de la gente "normal" contra la oleada de abusos, injusticias e incongruencias se está desbordando por todos los lados y que puede terminar por algún sabe dios qué. Cada uno de nosotros, además, se siente cada vez más identificado con el abuelo al que desahucian, el ratero al que condenan a varios años de cárcel frente el desparpajo impune de los que amasaron millones protegidos por las llamadas "entidades financieras", la multitud de gente humilde y sencilla a la que se echa al paro en tanto se mantienen –y aun acentúan– los privilegios de las clases poderosas; la ceguera –o el interés– de la mayoría de los políticos que siguen apoltronados y "transparentes", es decir, que enseñan la transparencia de sus dietas, sueldos, gajes y comodidad. Y en ese contexto, un escándalo más, el llamado Bárcenas, que nos deja con una mueca macabra más allá del desengaño. Quien tendría que expulsar a esa misma gentuza son los mismos que se llenan los bolsillos e ignoran la situación real de la gente.
Hoy me ha llegado, vía una org. que envía esas propuestas desde los cuatro rincones del mundo, la de firmar un "que se vayan", y lo he firmado, como tantos otros, con la seguridad de que nadie se va a ir si no le meten en la cárcel, en donde no están Camps, Bárcenas, Mata, el yerno del rey.... ¿y cuántos más? ¿Dónde está los que saquearon los bancos, o los que mintieron sobre su situación? ¿Dónde están los que se aprovecharon de su paso por la política para el nuevo chalet, la cuenta en suiza, el paraíso fiscal, la falsa entidad....? ¿Qué están haciendo con la Sanidad, la Justicia, la enseñanza, los servicios públicos....? ¿Quiénes y de qué manera, a nuestra costa, van a enriquecerse ahora con todas esas llamadas "privatizaciones"? ¿Por qué se va a obtener el dinero, que dicen que falta, de ese proceso y de los despidos y no de los altos sueldos de los consejeros, por ejemplo, nombrados a dedo, de los centenares de sanguijuelas que se enriquecen a costa de todos?
La he firmado no porque se vaya a ir nadie, así se lo pidan más millones de firmantes, sino porque esa firma es un hilo más de esa solidaridad colectiva, ciega, sorda, que termina por unirnos en desolación, pero también en rabia. Y porque sabemos que entre las pocas cosas que nos dejan hacer se encuentra esta: acusar recibo y dar noticia, extender, propagar, comentar, allí hasta donde podamos. La solidaridad y la expresión es un hilillo de esperanza, que también habrá que defender.
No le aconsejo a nadie que se pasee por ese museo de la indignidad y la injusticia que es esa página: https://www.change.org/es/peticiones/un-millón-
En donde se pide el derecho a conducir de las mujeres saudíes; que los franceses terminen con los
con los pesticidas aéreos; el fin de la corrupción en los carnés de conducir en India; que se pare un desahucio de una abuela en Mallorca; que Ecuador cierra las clínicas de tortura a lesbianas; Omar Kahdr sea repatriado de Guantánamo; etc. Algunas de ellas, al parecer, logradas (¡¡¡¡).
Aunque quizá no quede más remedio que seguir enganchado a ella y persistir, denunciar, firmar. Una de las pocas cosas que podemos hacer quienes no pertenecemos a esa clase que hubiera debido evitar primero, subsanar y denunciar después, corregir y penar finalmente, de modo público.
Si tu poesía me gusta,estos pensamientos críticos que denuncian tantas injusticias... no te digo na!!
ResponderEliminarBicos.