En la poesía popular y
tradicional el octosílabo aparece espontáneamente jalonando todo tipo de
composiciones, en la popular de preferencia con versos de arte menor (de 3,4,5
sílabas); en la moderna con una tendencia hacia los de arte mayor, con lo que
parece obtener un aire más elaborado o culto, a pesar de la evidente falta de
armonía rítmica, sobre todo cuando se justifica que es “verso libre”.
No
sistematizo, por tanto, ese tipo de combinaciones, ocasionales y dispares, sobre
las que añadiré al final algunos párrafos sobre Chavela Vargas; sino solo las
que tienen algún tipo de tendencia expresiva más elaborada:
8-6
combinación que anuncia la silva moderna de versos pares, y que se encuentra
sugerida en poemas de comienzos de siglo (por ejemplo, Antonio Machado), y
totalmente formada en posmodernistas, por ejemplo “La ley del tesoro”, de
Gabriela Mistral. Lezama Lima utilizó esa base, con un tetrasílabo, para algún
soneto: Lápiz a su nube…
8-9
es combinación curiosa que practica Gabriela Mistral y que mereció páginas
explicativas de Tomás Navarro Tomás. En realidad la posibilidad se extiende a
cualquier combinación en la que entren como componentes tetrasílabos y
pentasílabos, por tanto a 8/9/10: ”La fresa”, “La granjera” (8-9), “Alondra”
(9-10), “Pinar” (9-10), “Pan” (9-10-11)…; a veces incluso desciende al
heptasílabo (como en “La fugitiva”), instalándose ya en el versolibrismo. En el
romancero se cuelan con frecuencia versos de 7 y 9 sílabas, lo que no dejaron
de aprovechar García Lorca (Y que yo me
la llevé al río…; Carrera Andrade (“Canción de la manzana”) y otros
romanceadores modernos.
8-9/10
aparece en tiradas rítmicas, con la forma 2.5.7 o sobre todo 1.4.7 del
octosílabo, y 3.6.9 del decasílabo. Ocasionalmente se puede extender la
combinación a heptasílabos (1.4.6, 3.6) y a otros versos, incluso a
endecasílabos (1.4.7.10) y versos hemistiquiales (por ejemplo a
12=6+6=2.5+2.5). Pero los modernistas –ya hemos citados varios ejemplos de
Gabriela Mistral— amplían su uso a la modalidad de verso libre, y entonces no
se constituyen como tiradas rítmicas, así en este caso de Eduardo Marquina, si
es que no hay dialefa en “especies”:
9 Sal
de mar y virginidad 1.3.8
8 de
lumbre; especies sutiles 2.4.7
9 y
colores; oros, añiles 3.5.8
9 --y
un aliento de tempestad… 3.8
No
es difícil encontrar esta combinación en muchos lugares de la compleja poesía
de Agustín García Calvo.
8-10 durante el romanticismo tardío, por
ejemplo en Pablo Piferrer (“Canción de la primavera”); véase, de Rosalía de
Castro:
10 De
repente los ecos divinos 3.6.9
8 que
en el tiempo se apagaron... 3.7
10 A sus
plantas se agitan los hombres, 3.6.9
8 como
el salvaje hormiguero... 4.7
8-11 es una combinación extraña, que
aparece en estrofas con estribillo, tal el romance La desgracia del forzado / y
del cosario la industria..., de Góngora, que inserta el estribillo ¿De
quién me quejo con tan grande extremo, / si ayudo yo a mi daño con mi remo? No es probable que la tomara de ahí Lorca,
que la emplea con función expresiva ocasionalmente, por ejemplo al comienzo y
al final del Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías (“La sangre
derramada”).
Rosalía
de Castro usa este esquema en combinaciones de cuartetos quebrados:
11 ...
Y sigues en silencio tu camino 2.6.10
8 siempre
impasible y serena, 1.4.7
11 dejándome
sujeta a mi destino 2.6.10
8 como
el preso a su cadena... 3.7
8-12 Gertrudis Gómez de Avellaneda:
8 Huye
el invierno sañudo 1.4.7
8 y
luce brillante el sol 2.5.7
12 que
el pálido velo / rasgando glorioso 6+6=2.5+2.5
12 difunde
en la tierra / benigno calor. 6+6=2.5+2.5
En
series más o menos estróficas la emplean Salvador Rueda y Unamuno, por ejemplo
en este último caso (de Teresa,
entre otros), en donde la combinación parece pedir dodecasílabos
ternarios, es decir, intentando tirada rítmica (ooóo)
12 Hoy
de noche el cielo / negro me parece 4+4+4
=1.3+1.3+ 3
8 por
encima de tu huesa, 3.7
= 4+4 = 3.+3.
12 vivo
encaje en que divina resplandece 4+4+4=1.3+3+3
8 para
siempre nuestra empresa. 3.7
= 4+4 = 3.+3.
El dodecasílabo ternario es, en realidad, una
variante de este tipo de tiradas rítmicas, la que compone un verso con tres de
ellas.
8-16 recuerda el viejo pie de romance.
Se incorpora también a la poesía contemporánea, en cuanto aparece el verso
largo y apunta el versículo, como una forma todavía firme de mantener el verso.
Así ya en “La canción de los osos”, de Rubén Darío (Canto a la Argentina), que en realidad se sostiene por ser de
tiradas rítmicas (ooóo):
16 Osos
negros y velludos del riñón de las montañas,
16 silenciosos
viejos monjes de una iglesia inmemorial,
16 vuestros
ritos solitarios, vuestras prácticas extrañas,
8 las
humanas alimañas
16 horrorizan
y ensangrientan la selvosa catedral.
.................................
El
octosílabo, sea en sus formas rítmicas usuales, sea como tirada, es componente añadido
y no esencial de canciones tradicionales y populares. La breve serie que sigue
está tomada de letras incorporadas por Chavela Vargas (+ 2011) a su repertorio,
de muy diversa procedencia y en donde dominan los ritmos ternarios y binarios
sobre la medida silábica –como corresponde–, y por tanto ser prefieren los
penta, hexa y heptasílabos, pero en donde ocasionalmente asoma el octosílabo.
El
ritmo del endecasílabo se acopla bastante bien al ritmo ternario (Estoy en el rincón de una canción / oyendo
una canción que yo te di....), y armoniza perfectamente con realizaciones
binarias y ternarias, casi siempre en sus modalidades más conocidas, que
musicalmente funcionan muy bien en serie:
11 No
quiero ni volver a oír tu nombre 2.6.8
11 no
quiero ni saber adónde vas 2.6.8
11 así
me lo dijiste aquella noche.... 2.6.8
11
de
mis ojos está brotando llanto 3.6.8
11 a mis
años estoy enamorado 3.6.8
11 tengo
el pelo completamente blanco... (1).3.6.8
Aun
cuando la preferencia sea a menudo la del decasílabo musical, el de los himnos
y canciones, el de la poesía regional de ritmo dactílico:
10 es
inútil dejar de quererte 3.6.9
10 yo no
puedo vivir sin tu amor... 3.6.9
Que
aparece en los momentos de ritmo marcado:
Ojalá que te
vaya bonito
ojalá que se
acaben tus penas
que te digan
que yo ya no existo
que conozcas
personas más buenas....
Y
que por su calidad de serie rítmica (es decir: de grupos de sílabas o pies
iguales) permite la realización ternaria:
tómate / esta
botella / conmigo
y en el último
/ trago / me besas /
para ver / a
qué sabe / tu olvido....
Ritmo
muchas veces usado como serie, como bien se ve en esa canción pegadiza y
reconocible, en la que el estribillo recoge el ritmo de la serie y no la
secuencia silábica:
7 corazón,
corazón 3.6
10 no me
quieras matar, corazón 3.6.9
Otro
de los modos de apreciar que predomina la cláusula binaria o ternaria sobre la
agrupación silábica se corrobora cuando no se da la sinalefa entre un final del
grupo y el siguiente:
11 aquel
amor / que destruyó / mi vida 4.8.
11 aquel
amor / que fue / mi perdición 4.6
11 donde
andará / la prenda / más querida 4.6.8
10 donde
andará / aquel / aquel amor....
La
irregularidad silábica aparece cuando domina la secuencia ternaria o binaria,
es decir el predominio de cláusulas breves (cuatro, cinco, seis sílabas) que se
suceden musicalmente, en el ejemplo con una de remate (terminada en golpe
agudo, corazón):
hace un año /
que yo tuve / una ilusión /
hace un año /
que hoy se cumple / en este día
me recuerdo /
que en tus brazos / me dormía /
y yo inocente
/ muy confiada / te entregué / mi corazón...
La
cláusula binaria suele preferir secuencias heptasilábicas o desarrollo con
ritmo de seguidilla; del primer caso:
que yo soy un
canalla / y que tú eres decente /
que dos seres
distintos / no se pueden querer....
Con el
atardecer
me iré de ti
me alejaré de
ti
con un dolor
dentro de mí
te juro
corazón
que no es falta
de amor....
juego
de seguidillas que termina con el tono de las endechas heptasilábicas:
mi nave
cruzará
un mar de
soledad
adiós, adiós,
amor,
recuerda que
te amé
que siempre te
amaré....
El
heptasílabo, cuando aparece como componente rítmico puede hacerlo en cláusulas
ternarias o en tiradas, endechas que también consuenan con el llanto de Chavela
en muchas de las más conocidas de sus canciones:
Tal vez ya no
recuerdes / cuando nos conocimos.... / muriendo de dolor....
Yo tuve un
amor / y me traicionó....
No
es raro que el heptasílabo dé paso a la seguidilla, ya sea la más rígida de
7+5, ya sea la que fluctúa largo + corto; es curioso que la seguidlla 7 + 5 con
sexta aguda armoniza perfectamente con la variedad en sexta del endecasílabo:
11 amanecí
otra vez / entre tus brazos 4.6 o 7 +
5
11 y
desperté llorando / de alegría.... 4.6 o 7 +
4
En
realidad el canto por cláusulas binarias destaca casi siempre la estructura
largo + corto, aunque se trate de metros cultos mayores (eneasílabos, decasílabos,
endecasílabos....):
9
se fue
al clarear / el alba quizá 6 + 3
10 por
el camino / bañada en llanto 5
+ 5
en
ese proceso puede aparecer el octosílabo pero mucho más ocasionalmente que
metros menores, como en este caso, que sigue a los versos anteriores y en donde
el octosílabo puede funcionar como decasílabo (añadiendo el y yo)
y yo / que la
quise tanto / lleno de orgullo / la vi marchar....
La
aparición del octosílabo, en este contexto, no resulta forzada, ni mucho menos,
pero es minoritaria. Vamos a ver cómo puede aparecer:
espera /
aun la nave del olvido / no ha partido / no condenemos / al naufragio lo
vivido / por nuestro ayer / por nuestro amor / yo te lo pido / espera / aun
me queda en mis manos primavera / para colmarte de caricias todas nuevas /
espera un poco / un poquito más....
En
realidad la ejecución –y los melismas– permiten variedad de realizaciones; pero
en los casos subrayados el ritmo del octosílabo es muy claro.
¿Y
no hay canciones solo de octosílabos? Claro que sí, con una tendencia muy clara
a su ejecución binaria; no son las más numerosas, pero sí son conocidas y
canturreadas por todos:
este amor /
apasionado /
anda todo /
alborotado /...
que
se podría pensar que es una serie rítmica (el tipo ooóo), pero que el estribillo
se encarga de encauzar hacia el octosílabo, con quiebros muy curiosos, que al
fin y al cabo recuerdan los viejos versos de pie quebrado
y volver
volver volver
a tus brazos
otra vez
llegaré hasta
donde estés
yo sé perder
yo sé
perder....
nos dejamos hace
tiempo
para mi llegó
el momento
de perder....
Estructura
que podría analizarse de modo semejante tiene otra de sus mejores versiones,
que recoge un estribillo y luego se va a nuestro metro.
ponme la mano
aqui,
macorina,
tus senos
carne de amor
tu boca una
bendición....
Como
en la tradición, los octosílabos aparecen otras veces en combinación con los
decasílabos, es decir, jugando al ritmo en impar en series que sería fácil
examinar.
Termino
con algunas de las muestras memorizadas por todos:
estoy tan
lejos de ti....
te cuento de
mi dolor....
y siento en mi
ser tus besos
qué importa
que estés tan lejos
qué te ha dado
esa mujer
que te tiene
tan engreído
querido amigo
querido amigo
yo no sé lo
que te ha dado....
¡Vaya gran tarea de página tan completa en vacaciones!, gracias por las lecciones a distancia. Muy amable en compartirlo.
ResponderEliminar