I
Portugal, grecia, españa, italia.... Europa.
¿Puede existir europa sin los cuatro
pueblos citados?; ¿qué invención extraña
urden los mercaderes de la historia?
¿Es que la vieja europa necesita
convertir lo que ha sido en los dineros
de secretos circuitos financieros
donde todo valor puede destruirse?
Terminaremos por vender la lengua,
cotizarán los cuadros de Velázquez,
comprarán los palacios constructoras,
camoes irá en los títulos bancarios.
Y nos engañarán con el “progreso”, cuando
se trata de codicia de unos pocos.
II
preferencias de
la corrupción en europa
Cada cierto
tiempo hace falta recoger el guante de la descarada situación social y
económica que se nos va imponiendo, al menos para que no se piense que quien
calla otorga, porque no, no se otorga en modo alguno, se resiste y se protesta
como uno puede y mientras vive, que es una tarea importante que tampoco se debe
descuidar para no entregar nuestro tiempo exclusivamente a la indignación.
Y la
indignación se ha de clarificar cuando brota, porque en la marea de cabreos, males,
sufrimientos, etc. puede quedar perdida y desviada –es uno de los objetivos de
los que la han provocado–, puede volcarse por ejemplo en un empleado de banca
que está en ventanilla, en una enfermera, en un médico, en un profesor..., es
decir, en quienes son también pacientes.
Remachar una
vez más ideas simples, las que por ejemplo he intercambiado con un labrador de
este lugar, a quien a sus casi sesenta años, un banco regional importante
–bancos de Galicia–, ahora fusionado con otro también regional, le recogió los
ahorros de toda su vida –unos treinta mil euros– con una cosa que se llamaba
entonces “preferentes” y que se entregaba a cambio de un depósito de dinero,
sus ahorros. Todo el mundo sabe a estas alturas lo que ha pasado. Mi amigo el
labrador se ha quedado sin un céntimo, y yo paso cada día por el nuevo y
flamante banco, que mantiene el mejor local de la población, en donde han
colgado de manera ostentosa este cuadro con sus proclamas.... ¡admirable! Sin
haberse hecho cargo de los depósitos que se le confiaron.
El dinero “no
se pierde”, alguien se queda con él o lo emplea en usos indebidos: a algún
bolsillo va a parar. Con las pensiones o gratificaciones de los directivos de
ese banco perverso se hubieran podido pagar a miles de pequeños ahorradores
estafados; y desde luego, con lo que confiesa que gana el nuevo director
(trescientos mil euros al año, techo que le han impuesto, el de los mil euros
diarios) se hubieran podido devolver a diez ahorradores lo que habían ido
guardando durante toda su vida. Que se pueda ostentar cartel publicitario como
el aludido, publicar las indemnizaciones de consejeros y directores, y
justificar un sueldo de 300000 euros al año en unas cajas de ahorro, que dicen
que no tienen el dinero de los pequeños ahorradores, muestra sin más el grado de
corrupción al que se ha llegado en nuestra sociedad, y la impunidad con la que
se movieron, se mueven y saldrán de esa inmensa estafa. Una más de este país, podrido
por tantas partes.
Telón de fondo
es el de la situación general, en la llamada CEE, emporio que –bien fácil es de
advertir– se rige por criterios estrictamente financieros (mercantiles,
económicos, etc.) de quienes poseen y mueven los capitales, criterios cuidadosamente
situados en un lugar y sistema técnicamente alejado de las entendederas de la
gente común. Esa máquina que nos flagela un día tras otro en resultados harto
concretos (subida de la gasolina, la luz, el colegio, el gas...; subida de los
impuestos; bajada de los sueldos; despidos laborales; etc.), sin embargo, no es
un ente abstracto, por mas que así se quiera presentar, sino un conjunto de
individuos poderosos, con la capacidad de decidir, entre otras cosas, sobre
todo aquello. Y los individuos se rascan, tienen granos, comen, envidian, mantienen preferencias e intereses,
es decir, se mueven por sus ideas y creencias. De manera que no padecemos
porque un dios incontrovertible llamado mercado o dinero o banco haya
establecido leyes inmutables que nos azotan inexorablemente; sino porque unos
individuos con sus propias ideas e intereses nos manipulan a su antojo, para
que todo sea según ellos piensan.
Mientras la
gente no asuma que eso es así y que no hay leyes eternas en el mercado o en el
funcionamiento de las sociedades humanas permaneceremos congelados, permitiendo
todo tipo de incongruencias, cuando no de aberraciones. ¿Cómo se pueden tomar
medidas drásticas que degraden la situación de millones de personas hasta la
humillación y la miseria sin tomar en consideración el componente humano? Y
“tomar en consideración” quiere decir que ese componente es el argumento
principal, no un resultado colateral “que ya se arreglará” o “que duele mucho”
o “que es inevitable”. Y más etcéteras que remiten a cuestiones financieras que
son del exclusivo interés de quienes manejan las finanzas, no de los que tienen
que trabajar una hora más cada día, con el sueldo mermado.
Todo esto
podría llenar centenares de páginas y extenderse hacia lugares por donde
discurren manifestaciones de esa corrupción de muy diverso grado: la política y
los políticos, desde luego; pero también determinadas esferas, entre las
cuales, y lo cito porque lo vivo y lo veo, la universidad, frecuentemente
hermanada con el mundo de las finanzas.
Pero –y vuelvo
a la sencillez– eso no es “inevitablemente” así, es así porque así lo piensan,
lo gestionan y lo resuelven individuos situados en la cúpula de esferas
políticas y económicas que sustentan esa manera de pensar, esa ideología.
Y mientras
tanto, se sigue con la cuestión de europa, que es cada vez más un objeto
extraño, una monstruosidad regida por instituciones económicas, en las que sin
embargo un ciudadano de cualquier lugar, ha de pagar tarifa más alta de
teléfono en cuanto cruza la vieja frontera, los que viven en la periferia está
condenados al hambre, las diferencias en el nivel de vida entre unos y otros se
hacen cada vez mayores.... Ahora resulta
que europa se forma por tiranía y no por igualdad. Habrá que expulsar a los
griegos –¡quisieron vivir como los alemanes, que osadía!–, luego a los
portugueses –que se creyeron filandeses–, luego a los españoles e italianos,
que se tragaron todas las manipulaciones económicas de centro europa y
consumieron todo lo que les vendían, pagándolo con los préstamos que de allí venían,
cuyos intereses les van a reducir a la esclavitud laboral... Europa sin Grecia,
Portugal, España, Italia.... Han elegido muy bien lo que no es europa, desde
luego.
Tiempos de marea baja, como la de hoy en la ría, llena de mariscadores.
¡Qué invernal la luz de esa foto!
ResponderEliminarInteresante, "Los dictadores benevolentes": http://elpais.com/elpais/2012/07/31/opinion/1343755515_993760.html
Anónimo, te he escrito los versos que van en la entrada de hoy, de ahora, sobe la luz especial de los días de verano y lluvia en esta tierra.
ResponderEliminarY gracias por la referencia; había otro artículo excelente, también hace una par de días, de un profe de universidad catalana (¿Costa?,9 sobre el tema.
Estoy de acuerdo en todo menos en que nos llames región, es una palabra, si,pero que me trae malos recuerdos.
ResponderEliminarBicos
Profesor Jauralde ¿Cree Vd. que en España y en Europa ha cambiado alguna vez el criterio, en el ejercicio del poder económico y político, de los que mandan? Gracias a la audición de sus conferencias en la FJM estoy saldando una cuenta con los clásicos españoles y tras la lectura de Lazarillo y Buscón no aprecio que España haya cambiado en cuatrocientos años. El poder, los que viven a redoso de él y el resto sobreviviendo como podemos. El acceso al poder por elección, y no por filiación, no altera la forma de ejercerlo, máxime cuando éste lleva adosado un halo de impunidad como es en nuestro tiempo. Un director de banco arruina a sus clientes y no acaba en la horca, se va a su casa con una indemnización y una pensión.
ResponderEliminarSolmenor, es tal y como dices. ¿Qué hacemos?
ResponderEliminarSolmenor tiene toda la razón, esto no ha cambiado en siglos: es por la monarquía y la religión católica. Si no hubiese existido la corte real, siempre llena de advenedizos y con privilegios, el país hubiera sido más honrado, al menos, al estilo de los protestantes, más austeros y menos dados al robo.
ResponderEliminarYo, mejor, pienso en la condición humana y no en géneros (religión, raza, etc.), aunque entiendo que determinados por educación y costumbres se moldean las conductas completamente y se cambia el sentido de la moral y tal, hasta el punto de que, vistos desde otra cultura, se consideran perversiones o desvíos inauditos de la "civilización".
ResponderEliminar¿Qué hacer, qué hacer, qué hacer....? Que nuestro contexto esté limpio allí hasta donde podamos, que nadie que esté cerca de nosotros sufra...
Acabo de ver un documental de Adam Curtis (http://topdocumentaryfilms.com/all-watched-over-by-machines-of-loving-grace/) y no creo que la ética haya progresado como la ciencia, quiero decir, éticamente no conseguimos "auparnos a hombros de gigantes" y mejorar lo que hicieron los que nos han precedido. Creo, como dice el Profesor, que lo único que podemos hacer es pasar por la vida sin hacer mucho ruido, ayudar al prójimo en lo posible y vivir de forma que, al final, nuestros restos "sean ceniza, mas tengan sentido".
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