De algún lugar la voz llega
temblando,
rota la voz que del recuerdo viene,
la que nadie podrá parar si llega
y si llega lo invade todo y hiere,
lo que se aleja trae la melodía,
desorientada la canción se vuelve,
que yo no sé quién olvidó en memoria
lo que pasó, lo que se va y se pierde.
El verso queda estremecido y dulce,
en los silencios reposar requiere,
y ya no más hacia el costado ciego
por donde va lo que desaparece.
Palabras doy a lo que no hube nunca
y la voz quiebra su canción de siempre.
Hay que reconocer,leyendo este poema, que la melancolía es una magnífica creadora de sutiles, bellos y tristes poemas.
ResponderEliminarMoreas de bicos.