No hay mucho
que decir si lo que falta
no enhebra las
palabras perseguidas
las que tejen
la red del pensamiento
que acucia y
que no cesa o se fatiga
sin encontrar
lo que se anhela cuando
no supieron
decir lo que querían;
hay poco que
esperar si tantas voces
nunca logran la
voz definitiva;
este resto de canción
puede que sea
el rescoldo de
un verso que termina,
la lucha que al
final resuelvo en gestos,
garabatos que
nada significan.
El silencio
será el final del canto,
conjunción de
palabras y de vida.
Coño! me he visto retratada en este forzado poema.
ResponderEliminarYo rebusco por mi interior hasta el más pequeño rincón y cuando me ven de cerca saltan los versos por el aire.
:)
Bonito -y ordenado- escritorio, Pablo. En cuanto a un silencio que conjugue palabras y vida, lo encuentro un silencio muy completo. Y si se llega así al final, no parece mal final poético. Ni del otro.
ResponderEliminarLa esperanza es lo último que se pierde, ya lo dicen; por otro lado, el poema es, además de bonito e intenso, muy interesante.
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