Se llamaba maría de la miel,
llovía mucho, era de noche, andaba
buscando el mirador que buscan todos:
Granada vista desde el Albaicín,
la torre blanca de san Nicolás,
las plazas solitarias y las calles,
laberinto de sueños extraviados,
antros para turistas y farolas
para alumbrar la lluvia y la tristeza
por haberme perdido en una calle,
en una callejuela retorcida
y no en la miel más dulce de los ojos
que me ayudaran a salir sereno
de la noche, la lluvia y el cansancio.
la dama que me avisó en la calle María de la Miel que aquella estrechura del Albaicín terminaba en la calle de Elvira...
ResponderEliminarNo es posible que esa dama haya leído esta página del blog.... pero, ¿cómo lo sabe si no?
ResponderEliminarPreciosas fotos de mi bellísima Granada. Gracias.
ResponderEliminarJo, no entiendo el poema. Sera la rima? Pero las fotos hablan por si mismas. Gracias, Pablo
ResponderEliminarCreo, Estrella, que el rapsoda lo que ha querido decir es que se perdió en una calle del Albaicín que se llama "Maria de la Miel" y que le hubiera gustado mejor perderse en los ojos de color miel de María.... Y es que estos vates son unos retorcidos.
ResponderEliminarExiste en efecto el nombre de esa calle, como en otros lugares de Andalucía, que recoge una leyenda con las variantes del Abindarráez: moza que no quiere entregar su amor a quien le ha cautivado y que termina arrojando un ramo de jazmines a una alberca, etc.
Interesante, Pablo. Nunca había oído lo de María de la miel! En cambio todos sabemos la historia de María de la 0. La gitana que era desgraciada teniéndolo to!
ResponderEliminarTus fotos de Granada me hacen pensar que es un buen lugar para morir.
"Para bien morir", según verso de Larrea retomado para título por Mario Hernández.
ResponderEliminarlo de a moza que queria entegar su amor me parece maravilloso , sobretodo por ella . laa inquisición dijo que era muy bruja. que asco. maria la miel, eres grande.
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