Tan entrañable título es el del libro que hoy traemos a esta ventana, la Filosofía vulgar de Juan de Mal Lara, que acaba de aparecer en soberbia edición facsimilar (véase portada) por los incansables J. Labrador y Herraiz Ralph A. DiFranco –editores de decenas de volúmenes de nuestra historia literaria y cultural. Emplearé algunos fragmentos de este texto como probeta para los ejercicios de edición (transcripción y modernización) de mis alumnos del máster de la UAM, ya que sobre él convergen curiosas referencias lingüísticas: la fecha (1568), el lugar (Sevilla, pronunciación andaluza) y su calidad ("maestro" de griego).
La edición viene acompañada, además de por el prólogo de Labrador y Di Franco, de dos jugosos estudios, debidos a Inmaculada Osuna (....humanista y traductor) el uno, y a Francisco J. Escobar el otro (....maestro de la Escuela Sevillana: contexto humanístico y apuntes biobibliográficos).
El pie de imprenta del volumen reza "Frente de Afirmación Hispanista", en México, cuya labor editorial, cuando se encauza correctamente, es deslumbrante: ojalá que así continúen.
En cuanto a su contenido, sabido es que se trata de uno de los repertorios tempranos del refranero –con sus derivados en forma de modismo–, que el maestro culto recogió y glosó: un libro delicioso que permite muchas lecturas, además de ser un repertorio de consulta.
Verbo y gracia:
Quien casa por amores / malos días y buenas noches
Refrán agridulce, sobre el que vierte Mal Lara todo tipo de consideraciones, las más negativas, aunque otras ambiguas y curiosas: ".... lo otro, porque enseña una manera de amor a la que ha de ser su mujer que, si lo usare en otros, no es de culpar, pues él se lo enseñó...."
Tenía tratos con Jerónimo Sánchez de Carranza que también escribió su libro de filosofía, pero de las armas (y de su destreza). De lo más antiguo que nos queda impreso en español sobre esgrima.
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