Consejos otoñales al joven poeta
No
escribas lo que dictan los amores
aunque
digan los ojos turbulencias,
más
sabe para versos, los más hondos,
lo
que oculta raíces en la tierra;
sabe
el árbol, si luz entre las hojas,
sabe
el barro, si lluvia bajo tierra,
y
del tiempo que fue, si ya perdido,
más
sabe cada roca y cada piedra.
No
acaban los dorados del otoño
como
acaban los versos cuando suenan,
ni
discurren las voces, si mejores,
como
los pasos que el silencio lleva.
Un
amarillo sosegado y lento
el
sol de la tarde en el Retiro deja.
Qué bonito.
ResponderEliminarTus versos me tienen fascinada.