No es temerario titular así esta entrada, pues Bernardino de Ávila nos dejó un reguero de manuscritos que contaban lo que pasaba en Japón cuando, entre finales del siglo XVI y comienzos del siglo XVII llegaron evangelizadores –franciscanos, jesuitas, etc.– navegantes, comerciantes y aventureros a "Nippón", nombre no corrupto, como dice uno de los títulos.
Sin duda una enorme herramienta para investigadores e historiadores. Hace el número 96 de Clásicos Hispánicos, que doblará la esquina de los cien en breve.
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