Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

miércoles, 26 de junio de 2019

La lluvia, un pájaro, Benjamin, Hainan....


No sé muy bien si un proceso irreversible de volver a la tierra o si se trata de completar un círculo, pero estos días he vuelto a preferir el alojamiento en una especie de hostal botánico a sumirme en la lectura de la mitología clásica china, desde Pau Gu (me he traído la edición de Gabriel Garcia Noblejas, en Trotta). Creo que me lo ha provocado una página de Maria Gelpi Rd, que suelo leer con mucho interés, sobre Benjamin y Adorno, viejas lecturas de décadas pasadas, a las que creo que no quiero volver. Y así, me he ido a ver y sentir la belleza de plantas y árboles; como casi todas las tardes Pau Gu me ha mandado la lluvia, con 30 grados, que permite bañarte o empaparte, como se prefiera. Luego he recorrido el pequeño paseo botánico, en donde me he pillado fotografiando a un pájaro, que no solo no se asustaba, sino que me miraba con la misma curiosidad que la gente de aquí cuando les hablo en chino, entre incrédulo y socarrón. Eso sí: siempre te contestan en inglés. Yo voy haciendo patria y les explico que, como ellos son chinos y yo español, podríamos hablar una de las dos lenguas. Se ríen y vuelven a chapurrear algo en inglés. Esta tarde me bañaré bajo la lluvia, luego tienen una de aúpa para ver en pantalla gigante el mundial. Lo lamento por el adolescente que adora al Real Madrid, al que he reiterado el argumento de ¿qué mérito que no sea el mercantil en un equipo que suele jugar con dos franceses, tres brasileños, un croata, un irlandés, un portugués, un alemán, un guatemalteco.... y algún andaluz o asturiano perdido?


LA HISTORIA DEL PÁJARO



Del trópico me voy a las comidas.
De eso se va dando cuenta uno poco a poco, por ejemplo cuando en la carta de un restaurante chino te ofrecen como vino de lujo un “don Simón”, dicho sea con respeto hacia ese tinto con que yo me hago el “de verano”. O cuando en los supermercados ves la invasión de vinos franceses, aceites italianos, chocolates americanos.... a precios desorbitados. Y el viceversa. Los “liches” del Corte Inglés, salen a 100 euros el quilo. Mi hijo y yo los hemos comido, como si fueran pipas, en Harbin, a dos euros el quilo. Ya decían los viejos historiadores que es una fruta que por mucho que la comas nunca te hace daño. Hoy los he desayunado, pero eran tan distintos a los de Yunnan o Mongolia, que le he preguntado a la camarera y me lo ha confirmado, liches son. Supongo que como en la familia de las ciruelas, paraguayas, nectarinas, etc. habrá infinitas variedades, que, por cierto, son pocas en China. Aquí no hay comercio, las frutas suelen ser mucho mejores las de Europa. La sensación que tengo, sin embargo, es que lo del comercio, como intercambio de bienes entre pueblos lejanos.... está en pañales.



Sobre la mesa, en una de las fotos, las frutas del desayuno en Hainan, además de melón, sandía, liches, piña.... una “fruta de la pasión o guayaba”, que sirven cortada en dos y se come con cucharita. Mi amigo y colega Mario Hernández las ha plantado en Villarrube (reverencia para Antonio Carreira, que de allí es) y han arraigado. 
Hoy vuelvo a viajar. Me despido con una vista de la hermosa bahía de Yalongwan.




No hay comentarios:

Publicar un comentario