jazmín de inverno |
Cada época tiene sus trucos para atraernos. A finales de
abril florecen las deutzias, las glicinias y los lilos, salen las primeras
rosas y se llenan de botones la mayoría de los árboles, aparecen las primeras flores silvestres; mientras que otras
plantas, extrañamente, aguardan tenazmente enramadas como si estuvieran secas,
tal la buganvilla o la hierba luisa, hasta el punto que parecen haberse secado,
lo que no es cierto, si uno se aproxima, a la hierba luisa, por ejemplo, observa
las minúsculas hojillas brotando tímidamente. Se escalonan unas y otras, pues apenas
queda algún testigo floral del jazmín de invierno y de las azaleas, muy ajadas
ya.
Lilos en flor |
Las lilas duran poco, se ajan pronto; como esta tierra está
muy cerca del mar, me dijeron que no crecerían fácilmente, sin embargo, al
abrigo de un muro y en un rincón, junto a un granado, han crecido y florecen, y
huelen, y hoy estarán en la mesa de trabajo perfumando papeles.
El arce dorado |
La glicinia, que se ha empeñado en entrar en el hórreo, con
la secreta intención de derribarlo, volverá a sufrir una poda, como dicen los
manuales de botánica, “severa”.
Violeta silvestre |
Abril y mayo son, sin embargo, el momento de mayor esplendor
del arde dorado, que alcanza la pureza de un color imposible cuando el solo
riega su copa, extendida como mano protectora.
En esta tierra donde termina españa todo crece
vertiginosamente, hasta el punto de que hay que luchar constantemente a favor
de las tijeras en puertas, escaleras, tejados y ventanas.
Mientras, el mar, en la ría, la bahía, la playa....
La ría de Cedeira |
No hay duda, tendrias que haber sido jardinero...aun
ResponderEliminarque ya lo eres!