Eso tiene Madrid, que la llamada oferta cultural suele ser compleja, amplia, muy diversificada.... No todo el monte es orégano, pues en muchos casos se trata de actividades postizas, inventadas o demasiado determinadas por el mercado; a veces se descubre el tinglado tarde, cuando uno está a mitad de un falso concierto espontáneo; en una exposición que no tiene ni pies ni cabeza; en un invento erudito para cobrar como comisario; en un acto en el que confluyen personas anunciadas como "competentes en" y que han resultado ser los primos del organizador –en el mejor de los casos– o quienes pagan el acto. Y luego existen las confusiones y las mezclas, quizá por ese prurito falso de querer calificar algo como "lo mejor de". En las actividades culturales –cine, teatro, charla, exposición, danza, música....– es casi siempre un despropósito hablar de lo mejor. "El mejor concierto". "El mejor poeta". "La mejor exposición"....
Hoy, por ejemplo, he acudido a un espectáculo de danza (en la RAES de Madrid) que probablemente no puede ser "el mejor", pues eran alumnos de la escuela de danza, arte dramático, etc. quienes actuaban, pero el espectáculo derrochaba interés por todos lados, sobre todo en estos tiempos de acoso a las actividades de tipo cultural o artístico que, aparentemente, no producen beneficio ni inmediato ni contable. Estaba, sin embargo, el teatro lleno de chavales y jóvenes, que salían con los ojos enrojecidos y emocionados de ver esfuerzo y logro, en lo que yo he visto, con cuatro actuaciones (clásica, española, moderna y gallega), de otros jóvenes que, como ellos, estaban poniendo ilusión y esfuerzo para crear.
No lo he dicho a humo de pajas: de las pocas cosas que todavía defiendo: la actuación, la actividad creadora, el esfuerzo para que no nos quiten los lugares en donde podemos ser todo lo libres que se pueda ser en medio de una sociedad que promueve casi exclusivamente lo que se cuantifica (a más de algo, mejor), lo que entra en el mercado o lo que nos deja quietos, inermes, más o menos embrutecidos, incapaces de solo mirar, sin pensar, sin actuar y, cada vez más, sin imaginar.
De hecho el sordo ataque a la cultura, sobre todo si es minoritaria, difícil, si exige niveles cada vez mayores de educación y cultivo, de enseñanza, actuación, ensayo, es un ataque a la dignidad humana, un deseo poco disimulado por arrasar belleza y cercenar nuestras posibilidades de saber, comprender, pensar reflexionar. Es una manipulación, la que nos quiere inertes.
El jueves escuché recitar versos a Pablo García Baena y Rafael Juárez (en la foto), presentados por Blanca Andreu. Y por la mañana, completé uno de los paseos por el Madrid viejo –Las Calatravas–, para lo cual hube de ir a la Academia de Bellas Artes de San Fernando –ya lo explicaré. De paso vi la exposición de dibujantes de "Cuadernos para el Diálogo" (es la temporal, ahora, al lado de los grabados de Goya). Sin embargo, no me dejaron visitar el Casino y tuve problemas para visitar la exposición sobre Perec en el Círculo de Bellas Artes: tenía mucha curiosidad por ver qué pasa con los oulipianos. Otra vez será. Muchas cosas en Madrid. Menos mal que el Retiro, de camino al recital poético, me dio la magia de atardecer.
¡Qué preciosa le ha vuelto a salir la foto!, parece de nuevo un lienzo, esta vez no japonés, pero muy, muy bonita la foto. Enhorabuena. Un poco menos de hormigón hasta hubiera estado mejor pero era imposible con esa perspectiva.
ResponderEliminarCon el texto, de acuerdo en todo: además, quieren eliminar todo el tejido cultural público, una pena.
Tiene razón, anónimo, en lo del cemento. Voy a hacer una doble operación; por un lado quitaré cemento y por otro añadiré la misma foto unos segundos antes, todavía con sol, la encontré un poco amanerada y preferí esta otra, con el camino lejos y quizá difuminado.
ResponderEliminarEs mejor la que no tiene los rayos del sol, bonita como una impresionante y elegante pintura. También muy especial la de París (la de en medio), con los faroles escalonados, no sé desde dónde se pudo tomar: es muy curiosa.
ResponderEliminarObviamente se tomó desde una ventana, anónimo. También estoy de acuerdo contigo en que la de los rayos de sol es algo empalagosa, "manierista", decía antes.
ResponderEliminarGracias por los comentarios.