una
nueva dulzura hay en el parque,
sutiles láminas de luz lo peinan,
la rima que me viene de los versos
en las sendas se apoya y en la hierba;
quizá fue que he leído a Garcilaso,
o los ojos quizá fueron de Gema,
o el sueño de pasiones muy lejanas,
o la humedad, si riegan, de la tierra;
al pasar por los arcos de castaños,
arriba, el cielo azul se trasparenta,
pero hay remansos del jardín dispuestos
a pintar de color la primavera.
No sé qué de tranquilo y sosegado,
como a fray luis, el alma nos serena.
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