Durante las últimas horas he recibido medio centenar de correos –sin exagerar– procedentes de colegas, profesionales, trabajadores, etc. de la Biblioteca Nacional de España, despidiéndose de una compañera en términos de afecto –hacia ella–, de reconocimiento –hacia su labor– y lamentación –por lo que ha ocurrido. En ninguno de ellos se especifica literalmente lo que ha ocurrido: solo se deduce que una profesional muy valiosa que llevaba más de veinte años trabajando en un lugar (catalogación) de la BNE, de la que todo el mundo encarece su competencia, antes que nada, y la difusión y enseñanza de sus saberes alrededor ha debido abandonar puesto y tareas. Y se ha ido, de donde hacía falta y en donde cumplía.
No voy a hacer mayores averiguaciones, pero cuando los testimonios han sobrepasado el medio centenar, he creído que debería de unir voz e indignación, para que los lectores, ellos mismos, juzguen.
Todos los correos tienen nombre y apellidos, pero yo solo he conservado el texto sustancial, y todos se refieren –eso no lo puedo ocultar– a la misma persona: Elena Escolano.
He seleccionado una veintena, para no convertir esta indignación en algo indigesto:
No tengo por menos que agradecer a Elena su compromiso y entusiasmo con la BN y su compañerismo. Creo que es un orgullo ver como una compañera de la mesa de al lado es a la vez quien está colaborando con la IFLA en su más alto nivel, quién está haciendo cursos internos y externos sobre FRBR y anteriormente de control de autoridades, y quien conoce al dedillo los entresijos de la normativa en catalogación y lo pone a disposición de todos, porque nada se lo queda para ella misma. A su vez destaco también su compromiso sindical (en este caso al lado de UGT) y puedo decir en este sentido su alto sentido de la honestidad y el respeto por el trabajo ajeno en cuantos concursos ha participado.
Como alguien anteriormente ha dicho espero encontrármela de nuevo y cuanto más cerca esté su mesa mejor –más aprenderemos de ella-.
Merci beaucoup Elena
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....aunque en este momento no me pongas cara y las lágrimas de tus ojos no te permitan verme, te aseguro que nos conocemos hace muchos años. Me da una profunda tristeza pensar que personas tan validas como tu, que se han involucrado en tantos proyectos que beneficiaban el buen funcionamiento de nuestra querida Biblioteca Nacional, se tengan que marchar por temas “que no sean económicos”, después de 25 años.
....aunque en este momento no me pongas cara y las lágrimas de tus ojos no te permitan verme, te aseguro que nos conocemos hace muchos años. Me da una profunda tristeza pensar que personas tan validas como tu, que se han involucrado en tantos proyectos que beneficiaban el buen funcionamiento de nuestra querida Biblioteca Nacional, se tengan que marchar por temas “que no sean económicos”, después de 25 años.
Yo que soy la tercera generación de una saga de trabajadores en esta casa desde hace casi 100 años, y también quiero y siento la biblioteca, me duele tener que despedir a personas como tú. Espero y deseo que no sea un adiós sino un hasta luego, y sobre todo márchate con la satisfacción del deber cumplido, los que aquí nos quedamos te recordaremos como la compañera alegre y entusiasta que has demostrado ser en todos estos años. Un fuerte abrazo y mucha suerte en tu nueva andadura.
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Yo también siento una gran tristeza al ver que la BN deja de contar con una persona como Elena Escolano, una persona con la que he compartido 23 años. No creo que sea necesario hablar de su valía profesional, que ha ayudado a la Biblioteca Nacional a estar en lo más alto de los foros internacionales. Elena, tienes que sentirte orgullosa de llevarte el cariño y reconocimiento de tus compañeros.
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Elena: transmite mi enhorabuena al Ministerio de Defensa, aunque espero que no estés allí mucho tiempo y vuelvas pronto -en cuanto se te sequen las lágrimas- (Esta puede ser la otra visión: pérdida para unos, ganancia para otros…)Un abrazo,
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Como habéis comentado muchos, no soy partidaria de estos correos masivos, pero no quiero dejar pasar el momento sin expresar mi solidaridad y mi asentimiento con lo que todos han expresado y sentido con respecto a Elena
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Me uno a los correos anteriores y además…
…Conozco a Elena Escolano, personal y profesionalmente, desde hace 20 años ,,, se ha ido un “pilar” de la BNE, … espero que vuelva ocupando los más altos puestos de esta “Institución”.
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Mi despedida a una de las mejores profesionales que ha tenido esta Biblioteca Nacional … de España, … que suerte van a tener en el Ministerio de Defensa donde ya la están recibiendo con “salvas”.… y aquí nos quedaremos sin llegar a entender las FRBR, las RDA, las ISBD, las GIT, el control de autoridades, las IFLAS y todo lo demás…
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nos hemos tratado poco, pero lo suficiente como para comprender la pérdida que supone tu marcha para esta casa.
Llévate mi abrazo a tu nuevo destino. Adiós y hasta pronto
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Muchas gracias por tu cariñosa carta y por tu gran labor profesional en la BNE que nos ha beneficiado a todos directa o indirectamente. Quería decirte que siento por ti respeto y admiración. ¡Tantos años trabajando juntas! Siempre da penita que se trasladen o jubilen los compañeros a quienes se aprecia, pero se mitiga sabiendo que será para su bien este cambio y que no es una despedida definitiva. Aquí dejas buenos amigos y compañeros para lo que desees. La vida da muchas vueltas y espero que volvamos a coincidir en temas laborales y personales. Te deseo todo lo mejor en tu nueva etapa laboral ***, de todo corazón. Un fuerte abrazo, querida amiga, y mucha suerte. Seguro que la tendrás.
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Quiero sumarme a esta triste despedida. He tenido el privilegio de trabajar con Elena y aprender de su valía profesional. Una gran pérdida. Mucha suerte Elena. Te deseo mucha suerte en tu nuevo destino, Elena.
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Recibe mi agradecimiento por todo lo que me enseñaste durante mis años en el Servicio de Catalogación.
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Escribo porque hoy es uno de los días más tristes de los 6 años que llevo en la BNE. Elena Escolano se va y su marcha me hace plantearme una reflexión: Si en esta institución no se valora el trabajo concienzudo de una persona tan válida como Elena, entonces ¿qué se valora? He de decir que la respuesta que intuyo me asusta un poco.
La verdad es que ha sido un verdadero privilegio trabajar con ella.
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Cuídate mucho, Elena, y no pienses en volver. Los que te conocemos sabemos el daño que te han hecho. Son ellos los que no se merecen tu regreso.
Con el cariño de siempre
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Hola a todos, yo tampoco quiero dejar de decirte que te agradezco como jefa que fuiste mía todo lo que he aprendido de ti y todo lo que me has enseñado de esta nuestra profesión que somos tan afortunados de ejercer. Elena, siempre serás una referencia para muchos de nosotros.
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Elena, siento no haber estado ayer para darte un abrazo.
Hoy me encuentro con tu despedida, y mas allá de la pena que me da que alguien con tu valía profesional se tenga que ir así de la Biblioteca, quiero hacerte llegar mi agradecimiento por todo lo que he aprendido contigo.
Siento poner en copia a todo el mundo para hacerte llegar este sentimiento (no acostumbro), pero creo que la ocasión lo merece…
Un abrazo!
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Aunque no soy amigo de mandar correos a todo el personal quiero sumarme a la tristeza que supone perder a una de las profesionales más valiosas que ha tenido la Biblioteca Nacional. Yo sí he trabajado codo con codo en Elena Escolano y he aprendido muchísimo a su lado. Su valía profesional es incuestionable y su calidad humana también. Lamento profundamente que la Biblioteca no haya sabido recompensarla por su profesionalidad y conocimientos. Te echaremos de menos, Elena.....
Comparto el sentimiento de pesar que han expresado mis compañeras, para mí la partida de Elena Escolano es una gran pérdida para la BNE ya que ha demostrado a lo largo de 25 años ser una persona absolutamente comprometida con su labor y con esta institución. Como jefa ha sido considerada con mi trabajo y la echaré de menos. Un saludo de
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Quiero unirme al correo de Silvia, unir mi tristeza a la suya. Para mi también ha sido un privilegio trabajar con Elena Escolano. Creo que la valía profesional de las personas esta por encima de todo.
Creo que no hace falta seguir. No conozco personalmente a la persona aludida ni a los que han enviado esos correos, no les pongo cara, aunque llevo yo también más de 25 años trabajando en la BNE como investigador. Y creo que puedo unir mi voz a los que de modo tan noble y sencillo se están quejando, fundamentalmente de la desidia de este país, en donde el trabajo, la dedicación, la efectividad, etc. ocupan el último lugar entre los méritos y valores, si es que ocupan alguno.
Ya decía Valle-Inclán que en España el mérito no se premia. Se premia el robar y el ser sinvergüenza.
ResponderEliminarQué puedo decir, en unos pocos meses he despedido a dos grandes de la BNE, con las que he tenido la suerte de compartir con una dos años y algo más y con otra apenas unos meses, pero de las que he aprendido mucho, dos grandes profesionales y por ellos envidiadas. Todavía tenemos que aguantar correos diciendo que, en el caso de Elena, se marcha para mejorar profesionalmente, es el colmo. La incompetencia de la dirección actual de la BNE es inaudita.
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