Protocolos formalizados mediante imprenta para documentos del Conde |
Hay que diferenciar los apellidos o la numeración del título condal cuando se habla de Villamediana, el Conde, porque se trata de una familia con ramas que crecen a lo largo de todo el siglo y van dejando posos y recuerdos por todos lados, a la sombra del patriarca del clan, el Duque del Infantado.
Lo que más extrañe quizá sea la diferencia entre lo poco que se sabe de la tormentosa vida del Conde y la secuela de documentos que ha dejado a su alrededor: centenares, así se trate de la difusión de sus poesías o se trate de sus numerosos pleitos, gastos, gestiones y escándalos. La documentación es abrumadora.
Firma auténtica del Conde de Villamediana (AHPM) |
Creo que con la que he recogido hoy por la mañana en el AHPM puedo dar por terminada la recolecta de documentos. Cumple ahora darlos a conocer, de manera sucinta, confrontados con la investigación histórica acerca del Conde (Chiflet, Pinheiro da Vega, Narciso Alonso Cortés, Cotarelo, Rozas, Rosales....) y debidamente leídos, enlazados y justificados.
El final de las pesquisas ha sido la lectura detenida de los títulos de correo mayor (de comienzos del siglo XVI, por la reina Juana y el Emperador) y todas sus vicisitudes (corroborado por Felipe II en 1556), con las ramificaciones familiares, particularmente en Italia –en el reino de Nápoles. Un documento de agosto de 1616 reproduce todos estos títulos y ramificaciones, y explica con nombres y apellidos la sucesión del título de correo mayor. Todo eso era necesario para que a la muerte en 1607 de primer conde de Villamediana, a quien no le dio tiempo a formalizar el mayorazgo que pensaba constituir con todos sus bienes, el heredero, el Villamediana poeta, Juan de Tassis y Peralta, se encuentra con que las deudas de su padre –de la herencia– son mayores que los bienes vinculados: se habla en el documento de 600.000 ducados, y se acompañan los censos cargados sobre sus bienes. Y se pone con manos a la obra: por un lado redimir censos, cerrar deudas, arreglar finanzas....; y por otro, darse a todo tipo de lujos, caprichos y compras (también con abundante documentación). Ha otorgado poder en Madrid –en 1616, justo al volver de Italia, el año anterior– para vender el oficio de correo mayor en muchos sitios (Medina del Campo, Palencia, Mérida, Milán....), particularmente en Nápoles –aunque está arrendado– al hijo del Conde de Oñate. Al mismo tiempo, sin embargo, hay que formalizar el mayorazgo, lo que necesita de gestiones sin cuento, la mejor documentada, el expediente de testigos para confirmar que su padre murió sin haber formalizado el mayorazgo, pero que tenía preparado todo el expediente, y eso dicen una decena de personajes cercanos al viejo conde, entre ellos su viejo secretario en Londres, que ahora aparece como "contador" de los bienes del joven conde. Otro de los firmantes es el prestigioso abogado Francisco de la Cueva y Silva, al que Lope y Quevedo, por ejemplo, dedicaron versos.
Declaración de uno de los testigos (el licenciado Bedoya) en la formalización del mayorazgo del Conde de Villamediana (AHPM) |
El caso es que son varios los protocolos que se conservan con cuentas y cuentas y cuentas del Conde de Villamedian, hasta el punto de que hay protocolos enteros –legajos enteros– que desgranan deudas, censos, juros, obligaciones, etc. del Conde en notarías que han impreso la fórmula legal para no tener que escribir decenas de veces lo mismo.
Creo que hacen falta investigadores que tracen la biografía del Conde y trabajen críticamente sobre su vida y su obra.
La mayoría de las ilustraciones, sin pie, fueron obtenidas hace tiempo, años; en tanto que llevan pie las que tienen carácter textual y que serán objeto de exposición posterior, que en este caso proceden del AHPM.
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