Entré en la rosaleda, que ya abril
comenzó a abrir enjambre de botones,
mayo terminará tantas tareas
y el aire vestirá de mil colores;
la rosa que prefiero tú la llevas
en un huerto escondido que recoge
el esbelto perfil con que la piel
adelgaza su seda bajo un monte;
sus pétalos más frágiles mis dedos
abren preparan suavidad recorren
y así que para labios y jacintos
y así que para que
abran y deshojen.
Rosaleda de mayo en el Retiro
primavera renueva sus labores.
bellísima la rosaleda y el poema cuánto me alegro volver a ver ese hermoso parque tan bien capturado por el sensible profesor. De casualidad entré , y me alegré ya que suelo espiar de lejas tierras tan hermoso Madrid!
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