que me dejaron
o al que me he venido
–no lo sé bien–,
donde hago versos como
estos, a veces
bastante sencillos,
que no tienen
detrás secreto alguno
y que me sirven
para remontar
las estaciones
y que no se olviden
los lugares que
visitó el amor,
esa tarea tan
extraña y dulce
que parecían
segregar los ojos
recorría la
piel y enloquecía
por igual corazón
cabeza y sexo,
en el rincón
que me han dejado ahora,
lleno de
versos, cada vez más simples....
¡Enhorabuena por su poema!, también por su labor, su capacidad de trabajo y ¡por la reseña en Babelia! que leí ayer.
ResponderEliminarGracias, anónimo. De vez en cuando –y lo digo sobre todo por la gente que trabaja conmigo– viene muy bien que alguien acuse recibo, y en este caso el crítico que lo hace es correcto, imparcial y de prestigio.
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