Leo a virgilio
en metro –ed. bilingüe–
probablemente soy
un pedantón
privilegiado.
Mi obsesión por Tityre...
es mayor que
por Mesi y Bustamante.
La verdad es
que no consigo fácil
mente que Kiko
ocupe mi interés,
me siento
francamente desplazado,
aun viendo Corazón corazón cada
día, fijándome
en algunos rasgos
de las mujeres
de los futbolistas
–caderas,
pechos, ojos, contorsiones...–
que logran
excitarme mientras como,
un remanso
animal para pasiones;
aunque me
gustan más las viejas églogas.
Vae soli!
ResponderEliminarTempora si fuerint nublia solus erit
Saludos,
Nená de la Torriente