nos vamos sin
decir lo que queríamos
quizá no se
encontró el momento justo
o la persona
que nos escuchara
probablemente
no supimos dar
con lo que nos
rondaba la cabeza
nos hería en el
pecho nos
causaba
emociones desórdenes estados
que pedían a gritos las palabras
eso sí a veces nos salían versos
nos llegaban
canciones que rompían
lo que
llamábamos normalidad
y recordaban lo
desconocido
a lo mejor
consiste todo en esto
en saber que no
hay nada que decir
Muy buen poema. Siempre es buen momento, y aún queda tiempo, para ahondar en esas emociones que, tal vez en lugar de palabras, necesitan encontrar su tiempo y arrojo, siempre que se está vivo se está a tiempo.
ResponderEliminarAnonimo, no se si estoy de acuerdo con usted...pero el poema es bueno!
ResponderEliminarComo los aromas, sutiles, contradictorios.... Pero anunciando una encadenada situación de profundos sentimientos que se suelen dar a menudo en el ser humano
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