dos hileras de pinos
y de adelfas,
acebuches, macizos de retamas,
hacia el sur el camino que nos lleva
se abre a la bahía gaditana
acebuches, macizos de retamas,
hacia el sur el camino que nos lleva
se abre a la bahía gaditana
los mares circundados por los mares
calles estrechas que unen viejas plazas
niños que sostienen
la tarde en juegos
balcones blancos en
fachadas blancas
hemos llegado cuando un
barco lejos
al horizonte un sol
sin luz arrastra
tiñendo con estelas de oro pálido
la lenta noche que
escondida estaba
abre los ojos de farolas cádiz
cuando el rapsoda solitario pasa
¡Qué buena ciudad para vivir debe ser!, el día que me jubile me cambiaré, si nos dejan ...
ResponderEliminarLa descripción en versos le salió muy bonita y sugerente. Disfrute del viaje.
Ahí pasé yo los años mas alegres de mi adolescencia...Vivíamos en la plaza de España con ventanas al puerto. Gracias, rapsoda callejero.
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