Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

martes, 19 de febrero de 2013

Primeras normas para una sociedad civil podrida

Normas
1) Que concejales, senadores, congresistas, consejeros, presidentes de cada una de las mil comisiones oficiales, etc. tengan como sueldo –y nada más– el sueldo base que en cada caso rija; primero, para que vuelvan a la realidad de este país, luego para que concierte su situación real con lo que tanto dicen de "sacrificarse" sirviendo a los demás. El sueldo base y nada más.
2) Que cada vez que uno de ellos argumente con el "y tú más" cese por evidente autoinculpación, por utilización descarada de su falta de imaginación, y por infantilismo.
3) Que nadie pueda ocupar un cargo público de los enumerados anteriormente si no pasa un examen o control mínimo sobre su competencia: que no se puedan nombrar fontaneros para arreglar la luz, jueces para presidir entidades financieras, vendedores ambulantes para operar del corazón....
4) Que en ningún caso elementos descontrolados de esa clase política sean jueces y partes en cualquier asunto, de modo y manera que ellos no se pongan sus emolumentos, dictaminen sobre la bondad de sus acciones, autoricen sus propias equivocaciones y desmanes, nombren jueces y tribunales, se constituyan en comisiones que analicen sus comportamientos, y así hasta la saciedad. 
5) Que sean declarados raza a extinguir los llamados "políticos" por afinidad familiar, de manera que no se pueda repetir un apellido en dos mil kilómetros a la redonda (extensible a cuñad@s).
6) Que se les haga una prueba equivalente a la reválida o a la selectividad cuando pretendan o se les designe para cualquiera de los puestos supradesignados por la que muestren ante tribunal de maestros y profesores de nivel normal: que saben leer, escribir, hablar y escuchar.
7) Que se sustituya el juramento  ante la Biblia, el Rey y el cargo superior por otro ante un desahuciado, un bombero, un minero y un profesor de ES, con la fórmula sucinta de juro/prometo que "el dinero que pasa por mis manos no es mío".
8) Que se prohíba durante su periodo de trabajo la construcción de palacetes, compras de pisos en la costa, vacaciones en lugares exóticos y coches de  lujo. 
9) Que no pueda haber trasvases entre los individuos enumerados en 1) y los consejos de administración, particularmente de entidades financieras.
10) Que se recuperen de los desguacaderos de coches un centenar de citroen dos caballos y, debidamente arreglados y puestos a punto, sean los coches oficiales de los mandatarios de la clase enumerada en 1.
11) Que un 90 % de esa misma clase utilice como medio de transporte normal la bicicleta. 
12) Que como parte de la prueba enumerada en 6 se les obligue a hablar sobre tema de su presunta competencia durante tres minutos y que, si se observara que durante ese tiempo no han conseguido decir nada, sean suspendidos para aquella función.
13) Que se averigüe, antes de ser nombrados para alguna función pública, si saben interpretar sobre lo que se les pregunta y si son capaces de concertar la respuesta y no responder en tierra de moros o sobre la cosecha de garbanzos.
14) Que procuren hablar lo menos posible. Que los Reyes les traigan un buen Diccionario (a ser posible, el de Seco). Que reciban cursos intensivos de gramática. Que no utilicen "evento" en vez de la serie infinita suceso, acaecer, fiesta, reunión, partido, boda, etc. 
15) Que no digan en público lo que ganan (en tanto no ha lugar la norma 1) con gesto y ademán de miseria. 
16) Que se les retiren todas las dietas y viajen como todos los demás, utilizando las mismas agencias que los hispanoamericanos cuando se van de vacaciones a su país o con billetes de Marsáns.
17) Que no puedan modificar ni discutir estas normas.

Este diecisietecálogo será refinado sucesivamente hasta conseguir que los individuos mentados en la norma 1 sean aceptados como individuos capaces de vivir con naturalidad en una sociedad como la nuestra.



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