A finales del siglo XVI publica el padre Mariana la primera edición de su Historia de España, y allí, en el capitulo III del libro 26 se cita a China por primera vez, al tiempo que se queja de que ya en toda España se espera “gran parte de los vientos y las olas del mar”. En el capítulo XVII del siguiente libro el jesuita, con acento épico, narra más por extenso los empeños y grandezas de los portugueses por pasar a la India Oriental. Se extiende enseguida a contar los viajes de Vasco de Gama; pero el sencillo capitulo XX, “De la navegación que hoy se hace a la India Oriental” es, a mi modo de ver, un extraordinario dibujo de la situación al filo de entrar en el siglo XVII, es decir, a poco del estallido ideológico que iba a hacer florecer la historia por todos lados, ya no “pontificia” y semejantes, como hasta entonces, sino desde la perspectiva nacionalista, de España, dice Mariana, como enseguida va a escribir Cabrera Córdoba, (sobre la historia, 1609). Es bastante probable que la conciencia nacionalista sea un rebote ideológico añadido a partir los nuevos descubrimientos. Después de describir rutas y tierras, termina ese libro: “A mano izquierda hacia nuestro polo, van el grande y rico reino de la Chinan y la isla de Macao, estancia que tienen los portugueses a la entrada de aquel reino por no dejarlos entrar dentro de la China”.
Mariana
describe sucinta y rigurosamente los cinco meses de navegación, con sus épocas,
vientos y rutas para llegar a aquellas tierras. Pero justo y precisamente entonces se espesan
los relatos históricos de los navegantes y aventureros, sobre todo de los más
intrépidos evangelizadores (franciscanos, dominicos, agustinos….), tocados de
un fanatismo que hoy asombra, particularmente el de los jesuitas, que van
dejando un rosario de publicaciones, de las que espero dar noticia conjunta
pronto (Luis de Guzmán, Guerreiro, Marcelo de Ribadenyra, Nicolás Trigaucio, el
mismo M. Valignano –el provincial de los jesuitas en aquellas tierras, González
de Mendoza…. ) Y no porque no se haya hecho ya –en Portugal y en otros lugares,
por ejemplo en Japón–, sino porque lo haré desde esa nueva perspectiva
“nacionalista” con la que asoma la nueva historia.
Hasta
entonces dominaba la perspectiva supranacional, sobre todo la religiosa, de
modo que hay que buscar los relatos históricos en Historias de la Iglesia, de
los Pontífices, de los Obispos, etc. Esta entrada va ilustrada con una de
ellas, quizá la más famosa, la de Luis
de Bavia ("Tercera Parte de la
Historia Pontifical y Católica compuesta... por el D. Luis de Bauia... ;
dirigida a Don Christoval Gomez de Sandoual y Rojas, Duque de Cea ... ;
contiene esta tercera parte ... las cosas mas notables sucedidas en el mundo,
desde el año de mil y quinientos y setenta y dos, hasta el de mil y quinientos
y nouenta y vno…") Son ejemplares de mi
biblioteca, y por lo que veo en ella, tuvo serios problemas para publicarse,
casi diez años después (en 1608).
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