Dice el tiempo que vaya lentamente
disponiendo del concierto de los días
que recorra lo que queda y lo recoja
sin pena sin tristeza sin fatiga
mientras sus sombras adelgaza el árbol
y al paso del otoño las inclina
y los vanos que dejan ver la noche
más cerca llegan y al silencio miran
habrá un lugar desconocido donde
al fin se dejará lo que se olvida
naturaleza acorde lo concede
y la niebla desciende a la armonía
Y el rapsoda, de paso por allí,
deja unos versos más, y se retira.
Va llegando la calma.
ResponderEliminarBicos.
Olor a rosas dentro
ResponderEliminarde la paz y el silencio
la mansedumbre, ecos
de la noche...
Precioso Retiro, gracias Pablo
el tiempo siempre toma su momento
ResponderEliminaraunque estemos dormidos, despiertos
morimos diariamente un poco
solo vamos dejando huellas del existir
visibles a los ojos
que giran miradas a otras cosas
el tiempo pasa lentamente
y su rastro de huesos blancos no distingue razas
solo queda el presente
los sueños
¡Gracias a mis dos colegas y a sus versos!
ResponderEliminarNo me digas que el rapsoda se dedica a enterrar sus versos?...La proxima vez le tiras una cerilla!
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