Escuché el otro día un nuevo recital de Marta y Micó, esta vez en Madrid, en uno de sus lugares de la calle Segovia, ante poco y selecto público. Y lo disfruté. Un par de cosas hicieron grata la velada: primero y ante todo, la letra de las canciones, a veces venidas del tango, las más poemas –viejos y nuevos– de Micó. Quizá sea deformación intelectual escuchar la letra de las músicas, sobre todo ahora que se confirman alaridos, gritos e insulseces por todos lados; una de las razones, por cierto, por la que aplaudí la novedad de Bob Dylan, como toda la serie que va de Moustaky a Leonard Cohen. En fin. Es difícil convencer a quienes se amontonan en esa cosa que ha habido en Barcelona con una veintena de furibundos gritadores, apoyados en luz y sonido.
Pero me estoy extraviando, la otra razón es el modo de cantar de Marta, sentido, lento, pegada a lo que dice. Signo es de buena interpretación vocal que se entienda lo que se canta, como es el caso.
Más cosas podría decir de aquel recital, en el que tomé notas varias, una de las cuales, la de que nos "echaron a morir" ha enraizado entre mis versos.
Espero que funcione el video.
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