I
Mientras escucho a Shostakovich, veo
rápidos paisajes que se pierden
y bosques de eucaliptos, de castaños,
tojos, brezales, álamos, laureles.
Hay aldeas ocultas a lo lejos;
la primera parada será Orense;
la dama que ha subido y busca asiento
pregunta al revisor si es "preferente",
mientras mira mis viejos pantalones....
El andante del ciento dos remueve
el almacén de las melancolías
mientras practico en chino caracteres.
¿Y qué tiene que ver esto con lo otro?
De Santiago a Madrid. Dos de diciembre.
A Gudiña, al cruzar el tren |
II
En A Gudiña el cielo se transforma
muy cerca de la raya portuguesa,
bien pronto llegaremos a Sanabria,
ya no se ven los campos que atraviesa,
solo luz, la batalla de la luz
al horizonte, el día que no cesa
y las siluetas negras de los árboles
frente al azul nocturno que regresa.
El viajero recobra sus trabajos,
recoge todo para abrir la mesa:
necesita pulir los nuevos versos,
los sonetos del tren, que se aderezan....
pero al rato se duerme de fatiga:
¿Es el tiempo o es el viaje lo que pesa?
Wow, la foto del arbol...
ResponderEliminarVaya fotos, también digo yo!
ResponderEliminarTe imagino escribiendo versos y con los auriculares puestos mientras a tu alrededor otros viajeros comen, discuten, vagan con el pensamiento por los parajes que van asomando, pelean con el cenicero atascado...
Bicos.