La vida pública sigue su curso, la irrupción de "podemos" ha ejercido de catalizador por todos lados. Hace tiempo que dije que, si fuera el caso, votaría a "podemos", y va a ser el caso, pues esta agrupación –o lo que sea– es ahora bien distinta de las que han venido asaltando, engañando y robando a la gente, que al menos en mi caso, ha madurado su decisión precisamente al escuchar improperios y mentiras; las sinuosas, retóricas, oportunistas mentiras de la casta de los viejos políticos.
Precisamente la actitud de pp y socialistas –sobre todo– frente a "podemos" no ha hecho más que reafirmarme en esa preferencia. No es cosa de analizarlas, pero no sin estupor he asistido al juego de descalificaciones que han servido para vapulear a "podemos" con motivo de los últimos azares, entre ellos la cuestión de un "becario" de podemos, de su dedicación a un proyecto, etc. Durante mis cuarenta años de docencia he mantenido –hasta el año pasado– alrededor una veintena de tales becarios, precisamente en proyectos de la DGICyT (durante unos 30 años). Mi estupor se puede ejemplificar en el garabato de ese sociata andaluz que pide públicamente explicaciones al becario de podemos... para motejarle de corrupto y tal, o que le abre expediente o que le suspende de empleo y sueldo y cosas así; o en el enardecido discurso de González, el presidente de la Comunidad de Madrid, arremetiendo contra ese mismo becario, como si fuera un compendio al parecer de toda la corrupción que esta gente nueva nos va a traer, no de la que ya nos ha dejado la clase política de esta misma comunidad.
El etcétera es inmenso. Estos personajes políticos no saben de lo que están hablando, solo les interesa el vapuleo, el insulto, la retórica política, como siempre; precisamente una de las cosas que mayor hartazgo produce. Si obran y dicen igual en todos los campos, estamos aviados: ¿tendrán despacho o siquiera mesa esos becarios para trabajar sus cuarenta horas en la universidad? Los míos lo hacían en la Biblioteca Nacional, por ejemplo; o en el extranjero o en sus casas también.
La retahíla de despropósitos me avergüenza; aunque por detrás va el mayor: intentar comparar la presunta actitud corrupta del becario con los casos de Bankia, Blesa, Matas, Camps.... Yo no sé si sociatas y pepés se dan cuenta de que hablan para tontos y que poco a poco van ganando cuotas de descrédito, insuperables a veces, amontonando falsedades.
II
La enemiga absurda e irracional con sus aspavientos de espantapájaros delata a los politicastros, cada vez más.
Otra cosa es lo que haga "podemos", que se va conformando como un formación política a modo y semejanza de las que ya se usan. Yo no digo que no haya de ser así y que ese sea el único camino, habida cuenta del sistema de partidos y de la estructura de la vida pública, aunque me repugna ver cómo incurren en los mismos tics: se aplauden ellos mismos cuando se reúnen, cantan, copian la plantilla del pp o del psoe, les obligan a decir o contestar lo que no pueden decir, etc. Digamos que ese es el impuesto necesario para salir a la palestra política, y que hay que soportarlo; soportarlo siempre que algunos de los principios que lanzaron al grupo y entusiasmaron a la gente sigan siendo los pilares de su quehacer: economía más justa y lucha contra la desigualdad creciente, derribo de las castas en favor de la ciudadanía –como ellos dicen–, transparencia económica y política... Claridad frente a problemas, al considerarlos como tales, para que nadie les exija la solución –al menos teórica– frente a otra serie de cosas: constitución, comunidades, lenguas, independencias y dependencias, tránsito hacia modelos económicos más justos, grandes compañías y bancos, etc. Todo eso, y muchas cosas más, son problemas y, por tanto, nadie puede venir a engañarnos con la varita mágica de la solución; queremos que vengan con la honestidad de tratarlos colectivamente como tales, sin confundir a la gente (por ejemplo al igualar a un becario con Bankia).
III
En tercer y último lugar mala espina da la cuna de la universidad, e donde efectivamente, la gangrena de la corrupción ocupa buena parte de la institución, sus actividades y las gentes que allí trabajan o desfalcan, seguro. Existen, sin embargo, pequeños sectores, vetas, lugares, en donde la generosidad de la enseñanza y el gusanillo de la investigación han sorteado la podre. Para seguir con las prédicas de Roca –sobre la infanta, en su caso– presumamos la inocencia. ¿Y si la parte mayoritaria y más noble de "podemos" pertenece a esa veta y por el momento no ha sido infectada? Se podrá saber en cuanto empiecen a actuar y les dejemos avanzar.
Hasta ahora he votado a Izquierda Unida, que me sigue pareciendo el partido que mejor defiende lo que pienso, pero la irrupción de un nuevo grupo en el que encuentro, además de los armónicos de IU, el de su capacidad para atraer a los perdedores y descontentos, y el vigor y decisión con el que defienden la exclusión de las viejas castas, y la promesa de contar con todos me llevará a votarles. Y ese es hoy mi voto público.
Pues mi intuición me dice que no. No quiero salva patrias, quiero gente honesta, moderada y responsable; lo malo es que no la hay.
ResponderEliminarYo también creo que no es perfecto "Podemos", en el sentido que manifiesta la persona del mensaje de arriba, pero sí que podrían servir para hacer algo de limpieza, si no directamente, al menos por el "miedo" a perder el poder que pueda "sensibilizar" a los otros partidos...
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