Está bien el desorden de la vida,
un resultado de seguir las pautas
del corazón, que no le da la gana
sentir como le dicen los anuncios;
antisistema,
como dicen ahora,
republicano por marchar por otro
camino que no sea el de los bancos,
los elefantes, blesa, camps, repsol....
la salvación estriba en la impureza,
la negación, el descarrío, el
desplante,
exhibir lo prohibido sin razones
y ayudar a pudrirse lo podrido.
Los impulsos de ser libres nos salvan;
nos salva el corazón desordenado.
Buen poema, el corazón desordenado hace sufrir por desasosiego o pesadumbres pero da emoción. No es cuestión de elegir, a unos les toca más que a otros.
ResponderEliminarA tu amigo, que debo suponer también colega(¿o a tu colega que debo suponer también amigo) no le queda nada mal su birrete, que no se sí oculta una calva más hidalga que limpia.
ResponderEliminarQuerido Tomás Martín Camaño, una calva adecuada a su edad y condición cubre el birrete que, por lo que representa, creo que está muy bien merecido.
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