[A J.D.C., buen lector de versos]
De vez en cuando el
Retiro pasea
ante mis ojos caminos
del tiempo,
la travesía y la luz y
las sombras,
la primavera el verano
el otoño;
la soledad del invierno
aparece
entre sus haces de luz
inclinada
por la arboleda de
ramas desnudas
que gesticulan y trazan
la ruta
por donde van caravanas
de nubes
pintando el mapa de un
barco lejano
que nunca logra sosiego ni puerto
y siempre busca
alcanzar su horizonte.
Que los azules de
niebla, Retiro,
a nuestro paso se llenen de vida.
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