Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

lunes, 12 de diciembre de 2016

Imitación compuesta (II): Cristina Peri Rossi



El escorzo consistirá esta vez en explicar la imitación compuesta –que los medievalistas llaman "sincretismo"– a partir del libro anunciado de Cristina Peri Rossi, su reciente antología La barca del tiempo.... (Madrid, Cátedra, 2016), que no muy excesiva, como si se hubiera desprendido de lastre versal que no conectara con la realidad; porque por ahí van los tiros: la poetisa –insisto en que no me he ido al sinsufijo– escribe en Barcelona y desde su atalaya recoge todo lo que le deparan las circunstancias para tejer versos, normalmente largos, idos ya a su propio ritmo, importándole my poco lo que no sea su modo de decir, y desde luego –como siempre– a años y leguas de componendas estéticas, morales, políticas, etc. Mejor dicho, le importan dos cosas, que podemos enunciar de modo sucinto: las palabras y los amores. Habría de desarrollar enseguida esos dos lemas, no tengo tiempo, me bastará con un par de versos, aunque también servirían los primeros poemas antologados, de Evohé (1971) y toda una serie de versos que jalonan su obra, en los que palabras y amadas se mezclan de todas las maneras posibles:

"En las páginas de un libro que leía, perdía una mujer. / En cambio a la vuelta de la esquina, he hallado una palabra".
"Las mujeres son todas pronunciadas. / Y las palabras, son todas amadas".
"Mi casa es la escritura...."




Con su etcétera, pues es un motivo que se mantiene hasta el final. Aunque no viene de esa conjunción al imitación compuesta, sino del modo al que trae a sus versos –sin falsos filtros, los del mal hábito de la tradición poética– todo lo que pilla, cada vez con mayor frecuencia, como si culminara un proceso de acercamiento a la realidad, incluso después de haber jugado con los versos para lograr decir (Diáspora, 1976). Primero fueron los lugares, Rabat, Cadaqués el Mediterráneo.... a mitad de libro aparecerá la cocaina, el sida, los coloquialismos y feísmos, se irá a la porra la puntuación, y abocaremos a la reconciliación poética total con todo lo que aparece en la "Megalópolis" e incluso en "El mundo del futuro". Hemos llegado a la imitación compuesta, con los libros del siglo XXI, por cierto. Barcelona, las torres gemelas, el inaudito mundo de la cibernética.... ("Nocturno urbano") y la "playstation". Acertados libros y poemas (he tachado "hermosos", no era adecuado.)


Durante esa travesía deja arranques  ("En las mansas corrientes de tus manos") versos ("Europa es una masa indefinible de desechos"), imágenes ("salimos del amor / como de una catástrofe aérea") secuencias y argumentos ("Hipótesis científica"; "Para que yo pudiera amarte / los españoles tuvieron que conquistar América / y mis abuelos / huir de Génova en un barco de carga"), finales ("y desde que nos amamos / solo existe un gran desorden"), títulos ("Oda al pene"), poemas enteros ("Tumba").... hasta salir al aire fresco y limpio del poema abierto, cosa que ocurre ya en "Alegría de vivir", por ejemplo.

Largo libro para meditación Larga: "....todo ha sido inútil: / la vida se nos escapó / entre las caricias / y los besos / como se nos escapó en palabras...." Un libro para sugerirme revelaciones, para evocar de manera suficiente y despertar la nostalgia del infinito.







1 comentario:

  1. ¿2016? Me desconcertó lo del 1916, incluso pensé en la edad de nacimiento de la autora, pero es mucho más joven.
    Un saludo,

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