Vicisitudes no es palabra fácil
para insertar en unos versos simples,
con esa sarta de sonidos raros
amontonados con escasa gracia,
tal contingente, circunstancias, mierda...
y muchos más, cuya torpeza viene
de su extensión y del sabor vulgar,
que casa mal con los criterios, falsos,
de que los versos, las poesías, deben
recomponer la vida real con gracia,
libar la miel desde la flor amarga.
Vicisitudes contingentes tienen
las arduas circunstancias de esta vida
tan miserable. Mierda, mierda, mierda.
para insertar en unos versos simples,
con esa sarta de sonidos raros
amontonados con escasa gracia,
tal contingente, circunstancias, mierda...
y muchos más, cuya torpeza viene
de su extensión y del sabor vulgar,
que casa mal con los criterios, falsos,
de que los versos, las poesías, deben
recomponer la vida real con gracia,
libar la miel desde la flor amarga.
Vicisitudes contingentes tienen
las arduas circunstancias de esta vida
tan miserable. Mierda, mierda, mierda.
Me habría gustado escribir este poema.Y cuantas se amontonan a veces, eh?
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