Mi primera semana en patria ajena ha sido bonita y complicada, pues se nos ha metido una colmena, primero en la piedra, y luego en la casa; lo contaré topo despacio. Por el momento solo entran unas 20 abejas diarias en la cocina. Ando haciendo amistad con los apicultores y con los municipales.
También ha sido dificultoso el wi-fi, que me prometió telefónica, y al que he tenido que renunciar. Ando de bares, tomando cafeses y helados.
Por el momento van las ilustraciones de la colmena, montado todo desde un bar precario ("La Taberna del Foro") a donde volveré en cuanto tranquilice a la colmena.
¡Miel para todo el año y para endulzar un poquito la vida, que buena falta hace! De todas formas, a ver si se las llevan pronto. ¡Fuera ocupas!
ResponderEliminarAquí seguimos tus incondicionales.
¡Pasadlo bien y disfrutad!
Pues vaya buena compañía tienen ustedes ahí con las abejas: cuídenlas bien y vigilen que sean bien tratadas. Van escasas y desapareciendo, sus productos son caros y preciados y para mí el propóleo es una de las grandes salvaciones de mi bienestar. Así que ... a ver lo que hacen con ellas. Espero que las traten con mimo (al menos, igual que al ordenador): y que usted se trate con mimo y paciencia en este verano también.
ResponderEliminarPero qué bonito es Galicia. Naturaleza en expansión. La nature reprend ses droits!
ResponderEliminarAbrazos
Y lo del wi-fi y telefónica... Qué bonita Galicia! Qué preciosa!
ResponderEliminarPor algo vivo en Madrid. Si supieras cuánto tardaron en instalar banda ancha en casa de mis padres...
desde la primera vez que llamó hasta que amenazó con irse de la compañía si no venían ya mismo a instalarlo pasaron años. No sé cuántos, pero sé que fueron años, no meses.
Brazos