Estela temblorosa amor te deja,
amor te deja un rastro que acompaña,
hábitos misteriosos que no sabes
y se llevan las noches hasta el alba.
Pensando se quedó el tiempo y dulce;
lo que había lejos lejos se quedaba,
oculto estuvo el nombre más sencillo,
recuerdo hubo que el tiempo no atrapaba.
Nadie sabe de qué lugares vino,
no fue dulzura en tanto no llegaba,
el mar y su prestigio abandonados,
quedarse para siempre en su mirada.
Y todo al cabo no es más que lo que era.
El camino quedó a nuestra espalda.
[Jardín de Luxemburgo
18 de junio del 2010]
Qué buenas fotos sacas. Qué cámara usas?
ResponderEliminarCuanto viajas!
Bello poema. Con ese título me entran ganas de apropiármelo…Y por qué no? los poemas, una vez en el aire , no tiene dueño.
La cámara, en general, es la del teléfono, uno normal; pero me he comprado al comienzo del verano una pequeíta, que me sirve para manuscritos, y es la aque suelo emplear.
ResponderEliminarEl soneto, tuyo es, te lo regalo.