¿Adónde va el amor que se pierde?
¿A dónde va el amor cuando calla?
¿Quién mantiene el bosque de los sueños?
¿Quién la risa espiga y la mirada?
El viento que nos trae las canciones,
¿qué recuerdos guardó, qué palabras?;
¿de dónde sacó el dulce quejido?;
¿detrás de qué monte se agazapa?
¿Y quién el espejo de unos ojos
cada día al volver al silencio
en la luz de la noche no guarda?
Se desprende el tiempo lentamente.
Yo no sé de dónde este cansancio.
Tantos versos que no dicen nada.
Pues, oiga, ¡que sus versos dicen mucho. Tal vez por eso ese cansancio suyo; aunque también influirá la primavera, que nos hace melancólicos pero para eso ...¡ya está aquí el verano!.
ResponderEliminarLa primavera, casi más que el año nuevo, anuncia el principio o final de un ciclo y, en ocasiones, por eso da tristeza.
El amor no va a ningún lado, lo tiene usted bien dentro: cómo si no iba a poder usted escribir estos versos bellos.
Ni siquiera es necesario que su amor tenga objetivo conocido por usted, el caso es que usted tiene un sentimiento amoroso. Déle espacio y tiempo lento.
¡Feliz verano!