Mucha gente, muchos investigadores harían falta para que se recuperara cabalmente y se rehiciera la parcela histórica que vio el encuentro entre España y China. Al margen de Marco Polo y otras anécdotas, el encuentro tuvo lugar inicialmente a lo largo del siglo XVI. Los navegantes, aventureros y misioneros españoles –y portugueses– se perdían en los mares lejanos buscando sus propios sueños, y dejaban relatos, noticias, cuadernos de bitácora, cartas.... que iban y venían, que se dispersaban, que a veces hasta se imprimían.
No existe, me parece, una tarea continuada, profunda, sistemática en la tradición historiográfica española que mantenga lo que se hizo desde finales del siglo XVIII, al recoger de modo generalizado todo lo que se había venido produciendo en ese terreno, desde León Pinelo hasta Fernández de Navarrete, Retana, Vindel... Eso sí, he encontrado, particularmente en Barcelona, historiadores activos, de capacidad y conocimientos envidiables, como Mallé Ollé, que también ha manejado los fondos del Archivo del Museo Naval y ha escrito una preciosa monografía sobre La empresa de China, un auténtico vademecum para quien se sumerja en este campo; pero no encuentro nada semejante, por ejemplo, en Madrid o en Valladolid o en Salamanca, en donde hay fondos olvidados que esperan la lectura del investigador, al menos para poder trazar con dignidad el mapa de aquellos descubrimientos.
Este investigador, metido a viajero de vez en cuando, va poco a poco tanteando ese terreno y sorteando dificultades: el idioma, las trabas en los visados chinos, la excesiva extensión del campo de trabajo.... El próximo número de la revista Voz y Letra incluirá ya una primera recensión de "manuscritos sobre China en la BNE". En estos momentos trabajo con otros dos fondos distintos, uno de ellos es el que se encuentra en los archivos del Museo Naval de Madrid, en donde están, por ejemplo el original de los ingentes volúmenes de Navarrete, que recogieron y copiaron a finales del siglo XVIII todo el material –normalmente manuscrito– que circulaba o se había guardado, particularmente en el Archivo de Indias sevillano, pero también en otros lugares, como la Confederación Hidrográfica.
La cantidad y calidad de esos fondos –y aun de otros que allí se conservan– es fundamental para la historia de China y España; pero no voy a poder abarcar todo, por eso doy noticia. Es así por ejemplo que encuentro gran cantidad de textos que merecería la pena editar, y no solo del siglo XVI y comienzos del siglo XVII, que son los más golosos, sino cuando las relaciones y noticias se adensan, sobre todo a lo largo del siglo XVIII. En mi última cala, por ejemplo, me entretuve con un grueso volumen de tamaño folio, manuscrito, en el que se escribe un diario en Cantón, circa de 1780. He tomado las ilustraciones finales de ese mamotreto. Incluso el edificio o "factoria" –así se la llama– que allí se describe mientras se construye.... ¿estará todavía en pie?
La mayoría de los relatos que allí se depositaron o que Navarrete mandó copiar, sobre todo los más tempranos, deberían editarse íntegros, quizá formando un primer volumen de una serie mayor (y así lo he propuesto para Clásicos Hispánicos). Relatos de 4, 10, 50 o 100 páginas que cuentan, como entonces se hacía, la llegada a un puerto, las discusiones con las autoridades para poder "abrir tienda religiosa", peleas, discusiones y maravillas. Todo el noticiero que iba y venía al Consejo de Indias en Madrid, las órdenes de los Virreyes, los riesgos del capitán de navío, los temores de los comerciantes de Perú y México, o de los de Sevilla....
La verdad es que está todo ahí. Espero que al menos lo más interesante y poco a poco se pueda ir editando, en espera de la consolidación de una auténtica escuela de sinólogos españoles.
Interesante este tema, esperamos su continuación.
ResponderEliminarAhora estoy con Yvette, que junto a su marido escribió Camps and Trails in China. Murió en accidente de coche en Burgos 1959
Yvette, no conozco la historia a la que aludes.... sin duda por ignorancia mía, que me he abierto a un campo inmenso. Mientras siga vivo este blog, en efecto, iré dando noticia e él. Además, viajo a China con relativa frecuencia (la que me permiten los tajantes visados).
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