En Gulangyu existe un curioso museo que recoge muestras caligráficas grabadas, normalmente a modo de cuadros pequeños, a veces cerca de lo que en occidente se llama el collage, incluso como bajorrrelieves. Todo ello deriva de la escritura simple elaborada con cuidado, primero, con primor enseguida, finalmente con arte e imaginación. La verdad es que Gulangyu es lugar de museos peculiares, pues también lo hay de órganos musicales, pianos, numismática, de cosas del mar....
El paseo por el museo de caligrafía grabada –pincel duro, buril, cuchillo, etc.– hace pensar en como el arte abstracto se asoma a la invasión oficial del arte figurativo. En China domina, como bien se sabe, o ha dominado, el realismo, extraordinariamente representado en la escultura de metal, que alcanza muchas veces la exageración grandielocuente de monumentos públicos, pero que tiene sus mejores logros en la escultura urbana sencilla, muy apreciada por los chinos (y así la he visto en Suzhou, Hangzhou, etc. hablaremos de ella); pero la abstracción no figurativa le viene de la caligrafía y alcanza la calidad y variedad que este delicioso museo ejemplifica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario