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fíbulas (s. VI) en Alovera (Guadalajara) |
Varias veces he vuelto a las espléndidas instalaciones del nuevo Museo Arqueológico Nacional, más para admirar sus salas y arquitectura que su contenido, muy irregular, y muy interesante. Siempre acabo por pararme delante de Pedro el Cruel, el que estuvo en Santo Domingo el Real (de Madrid, los dominicos) y ahora, todavía, reza en una de sus salas.
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Pedro el Cruel |
Y siempre me paseo por las salas de cerámica griega, para vivir durante mi visita las delicadas y preciosas escenas de la vida griega, aunque esta vez no he encontrado –no he buscado mucho, eh– las admirables escenas de varones armados y en posición. En compensación he encontrado este príapo descabezado que asienta sobre su verga erecta las cosechas. Admirable imaginación de una cultura que no había escondido todavía muchos aspectos de la condición humana, que hoy andan en los confesionarios. Bueno, ya rescataré una foto anterior (de antes de cerrarse y remodelarse el museo) con una de aquella imágenes, no sea que la hayan suprimido.
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Príapo |
Esta vez, sin embargo, iba pertrechado de cuadernillo para tomar nota de los muchos nombres que hoy resultan desconocidos para el español normal, y que en las cartelas se exhiben como si todo el mundo los fuera a entender, quizá con el mejor ejemplo de todo: la identificación del objeto al que aluden.
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ascos |
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torques |
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escarabeo |
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escifo |
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Píxide |
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umbo |
La mayoría no están en el DRAE (aviso que no pienso comprarme la edición actual, la de 100 euros; mis referencias son a la anterior): no están sencillamente, quizá como tecnicismos de la arqueología: fusayola, escifo, pélice, escarabao, umbo, asco, timaterio... o están con variantes, sea en el significado, como píxide, sea en la forma como estatero (consta terminado en -a); aunque hay una larga serie que sí se recogen, porque su huella y uso todavía suena ligeramente en el hablante culto: torque, fíbula, tésera...
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fusayolas (Edad del Hierro) |
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timaterio (Paleoibérico) |
Casi al mismo tiempo, inconscientemente, se me va grabando el mapa de lo destruido o expoliado: Santo Domingo el Real es de lo destruido; en algún momento de este blog ya conté cómo las crónicas del siglo XIX decían que los niños del barrio jugaban a la pelota con la cabeza de Pedro el Cruel (¡de piedra maciza!)...; ahí están muchos objetos de mi patria chica: las sillerías de Astudillo, los capiteles de Carrión de los Condes, los soberbios mosaicos romanos –de lo mejor del MAN– de Palencia....
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Tésera (arriba) y fusayola |
He recordado el museo Arqueológico de Nápoles y la muestra del Nacional español me ha parecido pobre; compensa el cuidado con el que se ha organizado, explicado y dispuesto este otro, al que he vuelto, en realidad, en busca de un trozo u objeto que podría andar por algún sótano o depósito: el busto de la talla de Quevedo –creo que en madera– que realizó Alonso Cano, cuya cabeza se conserva en el Museo de la BNE. Pero no he hecho las indagaciones necesarias; me he entretenido volviendo a visitar todo. Allí estaba, por cierto, mi viejo decano –cualquiera de ellos–, con cuya figura acabo.
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Astullio (Palencia), restos del coro de las clarisas (c. 1350) |
Y el filólogo pasea por las salas y va anotando palabras y admirando objetos, entre grupos de colegiales –infantiles y adolescentes– que se pierden por las galerías.
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Un decano de la UAM |
Gracias Pablo, por recordar el expolio de la sillería mudéjar de las Clarisas de Astudillo. El resto está en el Metropolitan de Nueva York. Las monjitas siguen hoy como ayer sosteniendo con su oración esté dichoso mundo. Vas a tener que seguir con la bitácora para que no ganen del todo los malos. GRACIAS
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