De tantas cosas
poco sé de tantas
que a veces es
mejor escuchar
qué opinan los
demas, si es que lo saben;
ir al silencio como
alternativa,
si no espera el
dolor ni la miseria,
que siempre
necesitan el amparo,
la comprensión,
quizá el remedio rápido
antes de entrar
en consideraciones.
Hay un modo de
ser que va indeciso
de la
perplejidad a la ignorancia
cuya resolución
nunca convence
porque el tiempo y la duda lo deforman.
Deja la
incertidumbre su rescoldo.
También eso
parece inevitable.
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