Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

martes, 9 de septiembre de 2014

España defendida (cap. IV, 1)

El capítulo más extenso e interesante de España defendida es el cuarto, cuya edición comienza en esta entrega y tendrá algunas más: ocupa aproximadamente la mitad del autógrafo.

Capítulo IV 
De la lengua propia [tachado: "antigua"] de España, de la lengua antigua y de la de ahora; la razón de su gramática, su propiedad, copia y dulzura.

Fuera de los agravios que hacen a nuestra lengua, más en no escribir en ella los que saben que en escribir en ella los ignorantes, medio ocasión a este capítulo Gerardo Mercator en su Menor Atlante, en La España, donde dice en estas palabras: “Españoles, de felices ingenio[s], infelizmente aprenden; los medio doctos se llaman doctos; aman las mal fundadas cavilaciones de los [tachado: "phi"] sofistas y, en las escuelas //

hablan de mejor gana español que latín, mezclando no pocas palabras de moros. Los partos de su ingenio raras veces los dan a luz y menos a los extranejeros, por el defecto de la lengua”.
 Y tras estas razones, nacidas de enemiga pasión, dice por lisonja una verdad.
A todo esto responderé palabra por palabra en habiendo satisfecho con el título de mi capítulo a todas estas dudas; mas débese advertir primero que como las naciones de las cuales, por la virtud  y el valor es España aborrecida, haciéndolas no con poca gloria suya invidiosas, viendo que no pueden negarnos a los españoles el esfuerzo, la osadía en los peligros //
la constancia en los trabajos y, al fin, el primer lugar en las armas, acógense a negarlos las letras y a poner defecto y a que no en los entendimientos y ingenios, en los juicios y en el trabajo y en la lengua, sin advertir, como se dirá largamente en su lugar, que no solo en todo género de letras no nos han excedido ningunos pueblos del mundo; pero que son pocos los que en copia y fama y elegancia de autores en el propio idioma y en el extranjero nos han igualado, y que si en alguna parte han sido más fértiles sus ingenios ha sido en la que, por indigna de plumas doctas, capaces de mayores estudios, hemos despreciado //



gloriosamente y con variedad de doctrina ha extremado la dificultad del origen de nuestra lengua, que por la mucha variedad de ella y de los idiomas que la hacen rica, fue casi el mismo trabajo que el del Nilo, el doctor Bernardo de Alderete, de Córdoba; y así me remitiré a él en gran parte de mi intento. [Amplio pasaje tachado].

Llamo lengua propia de España la que mesclaron con la suya los romanos, penos // 
y moros. Después, la propia de los españoles, de la cual pocas reliquias, sin razón despreciadas, apenas guarda la antigüedad, pues solas tenemos las que perdonó el tiempo en algunos libros, y aun esas no sabemos si son ciertas, porque las que refiere Plinio, como fue después su testimonio que los cartagineses habían fatigado a España, y bien que se llamase lengua española la propia que hablamos, no hay noticia de si aquella voz era prestada de penos u vándalos u godos. Gregorio López Mader, fiel imitador de Tarafa, [tachado: "aviendo"] sig[u]iendo al Veroso, dice que fue una de las lenguas primitivas de la confusión, porque como dice san Agustín, cada hijo de Noé llevó a diversa provincia nueva lengua, y él, creyendo que Túbal vino a España, cre[e] que trujo una de las de la confusión; y mejor creyera en que trujo la confusión a nuestra lengua la multitud de otras peregrinas. //

Plinio y Plutarco refieren muchas voces de la lengua propia que los españoles tenían; y doctamente Bernardo de Alderete, en el libro 2 del Origen de la lengua Castellana, capítulo 4, pone estas voces por minas de la lengua propia nuestra ya desconocida, no perdida en las nuevas voces: aspalato, planta que dicen llaman hoy "alarguez"; briga, “ciudad”; bubaciones, ciertas venas de piedra imán; buteo canthus, el hierro que cerca la ruega; cetra, escudo como adarga, que era de cuero; celia o ceria, un género de bebida; cocolobis, un género de vidueño; cusculium, la  coscoja; dureta, una suerte de silla que Augusto llevó de España; falarica, arma enastada, como partesana o alabarda; gurdus, necio;  lançea, lanza //

laurices, gazapos; leberides, conejos; melancrenas, juncos de que los mallorquines hacían sus ondas; neci o, como otros dicen, Netón, el dios Marte. Macrobio: “Los acitanos, gente española, con grande religión celebran el simulacro de Marte adornado con rayos, llámanle Necín”. Sparto; ripio, caída. También al vino llaman bacha, dícelo Varrón: “Al vino llaman en España Bacha”. El ofrecerse a la muerte por amigos, parientes o señores, que en latín se dice devoción, llamaron cataspisi. 
Estos son los vocablos que Bernardo de Alderete conoce por propios de la lengua española antes que la turbasen, que eso fue y no aumentarla penos ni romanos; aunque a mi juicio //
no todos son de la propia lengua castellana los referidos, aunque sienta otra cosa Alderete, porque bacha que dijimos llamaban al vino, bien se ve que es deducido de Bacho, que es el dios del vino, y en latín se usurpa por el vino, y no hay alguna corruptión, pues los latinos las fiestas del dios en que se dejaban pose[e]r del vino, como entregándose a su deidad, las llamaban desta misma palabra: bacanalia, donde baca significa el vino y el dios dél, y esto es sin ninguna duda.
Neci es la voz con que dice Alderete en su propia lengua llamaban a Marte. Aquí sí tiene algún lugar la conjetura. Podríamos decir //

y no sin causa, que es voz de l latín significativa del dios, pues nex necis significa 'muerte', y hace neci el dativo, que es sin corruptión el mismo nombre, y las muertes es entre los atributos deste dios el primero. 
Orfeo, 
Martis sufimentum tus:  
Armis gaudens indomite homizida muros quaziens 
Mars rex dolose cedens çedibus inquinate semper 
sanguine humane çedis gaudens.
“Marte que con las armas te entretienes, indómito homicida, que deshaces los muros. Marte que engañosamente matas, siempre con muertes espantoso, tú que de manchas de la humana sangre haces gala con muertes rigurosas” //.
como cosa más significativa de la condición del dios la repite Orfeo tantas veces [tachado: "y sin duda"]  y más esfuerza la conjetura la voz griega **** que quiere decir 'contender, inquietar', u de ***, **, 'riña', pendencia, concertación y certamen, ardor de pelear; y de aquí la voz latina y la española y el nombre del dios. Busqué si hallaba esta voz en la antigüedad en algún nombre y hallela en el Tesoro de los tiempos, Herodoto, Euterpe, libro III, en estas palabras: In qua fodienda sub reze Neco centum viginti millia egiptiorum periere, “en cavar la cual, sirviendo al rey Nec, cien //
to y veinte mil hombres perecieron”.
Fue valerosísimo rey; cuenta Herodoto vitorias y atrevimientos gloriosos suyos. Y así, pues, este nombre Neco no es heredado de su padre, el cual se llamó Psammiticho. No es fuera de razón pensar que se llamó por su valor así, de Neci o Neco, Marte, para honrarse con el nombre de dios, si bien por valeroso no se le pusieron.
Cataspisi, que dice Plutarco que llaman los españoles el ofrecerse a la muerte por sus amigos o parientes o señores, lo cual llaman los latinos "devoción"; de aquí, fiado en el traductor, Gregorio López  Madera, en su libro del Monte Santo, dice que devoción es pro //
pia palabra española, movido de que el traductor, como doctamente advierte Alderete, la palabra griega o española antigua la volvió en latín para que se entendiera, porque si dijera “lo cual llamaban los españoes cataspisi”, no se entendiera. No advirtió Gregorio López Madera, cudicioso de autorizar sus piadosas imaginaciones, que devoción  es de devove latino y de bobeo.
Vamos más adelante. Yo tampoco tengo a cataspisi por palabra propia española, sino por voz griega, pues ****** quiere decir en griego 'hacer algo con vehemencia y ambición'; y el decir Plutar //
co “lo cual llaman los españoles cataspisi” no lo dijo porque la voz era española, sino por la frasi de llamar devoción el ofrecerse por deudos o amigos a la muerte, siendo sola palabra y acto debido a los dioses o al bien público, pues los que se matan por otra causa más parece desesperación que devoción. Y así merece nombre profano y no religioso, y sin duda Plutarco, admirando la bárbara fiereza de los españoles, dijo que llamaban y tenían por religión el morir por los amigos y parientes, siendo locura y bestialidad, y el intérprete, para declarar sentido y palabras de Plutarco //
puso la palabra "devoción", que en latín engañó a Gregorio López Madera y en griego al cuidadoso Alderete, si no es que en todas lenguas me han engañado a mí, que es lo más posible. 
Chantus en español propio y primero dice Alderete que significa el hierro que cerca la rueda; mas es voz griega y sin alteración. Significa lo mismo ****, el hierro con que se atan las extremidades de las ruedas. También se llama cantus el hirquus o el ángulo del ojo; y de aquí se llama en español "canto" cualquiera extremidad: “canto” de real, al “canto” de la mesa; “cantón” //

se llama de aquí, y "cantero", por ser la extremidad del pan. Y porque haya en la voz cataspisi más claridad y tenga más autoridad mi opinión, veamos las propias palabras de Plutarco en la vida de Sertorio, que son estas:  Erat autem in Hispania mos ut cohors pretoria, una cum cadente imperatore mortem obiret, quod vocabant ilius rejionis barbari devozionem. "Era pues en España costumbre que con el emperador muerto se daba muerte toda la cohorte pretoria, lo cual llamaban los bárbaros de aquella región devoción". Aquí ni dice que era costumbre más de la cohorte ni que lo hacían por otro que por el Emperador. Añadió Alderete a Plutarco amigos y parientes, y el decir: "los bár //


baros de aquella provincia, confirma mis declaracion de cataspisi y la hace inviolable, con la cual se da luz al lugar no entendido de Alderete ni Madera. 
Tratando de esta voz sparto dice Alderete así: "En lo que toca al nombre del sparto, inclino más a que sea español, porque solo le hay en España, del de África no se hace caso, porque no es bueno, como dice Plinio, el cual dice que se comenzó a usar después de la primera guerra púnica. Yo no me quieto en estas palabras, y tengo por cierto que esparto, en el significado del esparto que hoy usamos, que es español; mas lo voz esparto fue tomada de los griego, en quien significa genéricamente 'cuerda, maroma u soga'; y como desta ierba, que estaba valdía//
se hicieron comunmente sogas y cuerdas, pusieron al nuevo uso nombre griego, significativo no de la cosa sino del uso della. Vese esta voz en Homero, antiquí[si]mamente y fuera de toda memoria, significar sogas y cuerdas de navío en género solo. Añadieron los españoles el especificarla en la hierba de que hacen las suyas. El lugar de Homero dice así: *** ** **** ***** *** *** ***** ******: "Los leños de la nave y los espartos se pudrieron", donde "esparto" significa cuerdas, si notar materia particular. ******, soga en Homero; **********, sog[u]ero; y el que las vende, **********.

Capítulo 2 de Josue, ******* ** *******, “soga cogcinea”, en que se conoce que esparto antiguamente significó soga de cualquiera cosa//
 

Julio Polux, libro postrero, capítulo ***** *** *** *** **, lo cual se interpreta así: "de acial y unco et sisyra", 'del junco, acial y de sisyra'. Y más abajo, en el mismo capítulo, tun si bimen quodam iuncum apelare libuerit, "pero si quieres llamar junco a un mimbre". El mismo Polux, capítulo de choreae magistro, etc., del libro 33, capítulo 20: Scirpum plicans cirpi venditor; scirpus, iuncus"; "el que dobla el çirpo se llama cirpivendedor, y el cirpo es junco". Añade: "et ***** pro laqueo", "y spartina por lazo. Y porque no engañe la versión, dice así en griego: ********* ********** ***** ****** ****** ******** * *******, y todo lo llama sparta, y donde vuelve gualtero spartina por lazo, se vuelve primitivamente por soga y cordel, que es lo mismo, y algunas veces siginifica //

el de los pescadores, digamos sedal, y eso y el lazo lo significa, porque significa 'soga' [tachado: pues en el refrán], de la cual se hacen los lazos, y aun acá usurpamos soga por lazo; "muerte de soga" es por 'muerte de lazo', y cuando dicen "soga" a un perro, 'lazo' quieren decir. Así que esparto no es voz griega, como hemos probado, que española ni aun de los moros es, los cuales llaman al esparto halfe, y llámanle propia ierva de Spaña; al espartero, hazçar; hazçarin, "esparteña"; 'calzado deste esparto', parga mi halfe, y de ahí, añadiendo la al  acostumbrada, alpargate en castellano. 
Esto es lo que yo he podido advertir acerca de las reliquias y lenguaje antiguo de España, que tan ciegamente se le[e]n y con tanta dificultad se hallan, por estar ciegas con voces penas y árabes y romanas, ya naturalizadas con el uso y recibidas de nuestra //



gramática, que es la propia hebrea en declinaciones de nombres y en conjugaciones de verbos, y por eso más elegante que muchas y más copiosa por eso y por servirse para su copia y propiedad de la lengua hebrea, de la arábiga, de la cartaginesa, de la latina y de la griega, como se conoce en todas sus voces. De la lengua hebrea son muchas y antiguas. Pondré pocos ejemplos, por no afectar ambición de estudioso y leído. 
Ala, voz con que se nombran plumas o brazos de las aves, es del hebreo ****, [Tachado: que se conjuga así] que significa 'encima'; y de ahí Ala en arábigo, dios, y de ahí Alá en castellano, o porque lleva a lo alto o porque ella está encima; o se dice del mismo halac, que es andar, porque con ellas //

andan los pájaros, que es el volar suyo. 
Buz que decimos acá hacer el buz es hebreo, porque ** en caldeo es ‘despreciar’, ‘tener en poco’ ,y puede ser nombre, 'desprecio', y eso es hacer uno o querer que le hagan el buz, ‘despreciar y tener en poco a otro’, y hacer el buz a otro es ‘despreciarle’. 
Arca es del hebreo ****, argaz, que significa ‘arca’. Bientre es también hebreo, de ****, vientre, porque significa beten, ‘lugar de en medio’; y de  aquí benter los latinos, y nosotros u de ellos u del hebreo. Arras de *** in caldeo ‘prometer’. A[r]rabal es voz hebrea, de ***, que es ‘multiplicar’, por //

que de la multiplicación proviene el no caber dentro de los muros, y así el hebreo llama a los arrabales propiamente ****, hijos de la ciudad. "Mar" se dice de ** que es amargura, del verbo ***, "marar", que es amargar. Athaohona es de ***, "tahan", 'moler, quebrantar'. Mazzmorra es del hebreo ****, "miscmar", que significa 'guarda', y el arábigo lo tomó del hebreo, y del arábigo lo tomamos nosotros, pues en arábigo matmora, matimir, quiere decir 'cárcel en el campo', no cualquiera cárcel. Tus que llamamos al perro es hebreo desta palabra **, tus, que quiere decir //

darse prisa y ahora se entenderá qué quiere decir cuando llaman a un perro cito tus, pues le llaman con una palabra latina  y otra hebrea para que venga aprisa, aprisa, pues çito y citissime significa en latín 'luego, aprisa, presto'; y tus en hebreo 'aprisa'. Niñería es, pero importante al propósito [Llamada]. Otra infinidad de vocez hay con que se conoce la mezcla en nuestra lengua de la hebrea, y vese en las traducciones mejor lo mucho que tiene la española en la gramática de la hebrea, pues casi las locuciones y frases son unas, sin haber lengua que también con el propio idioma exprese sus dialectos. Verase, aunque rudamente //

[NOTA FINAL: Al llegar a este punto tengo noticia de que acaba de editar este texto un investigador, Roncero, que trabaja en Stony Brook; lo ha publicado en los anejos de La Perinola de la Universidad de Navarra. Me alegro mucho, aunque yo terminaré la edición y editaré el texto –en Clásicos Hispánicos–, de ese modo podré confrontar su edición e interpretación con la mía, en beneficio de quevedistas].

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