lo que va ya no sabe de caminos
a la espalda las luces se apagaron
tanto andar sin apenas darse cuenta
de que dejas que vas en solitario
resulta todo transparente limpio
el tiempo poco a poco lo ha lavado
en el aire quedaron las sonrisas
y las lluvias se fueron hacia el barro
al fin se purifica lo que queda
la luz la tierra nada y el cansancio
la querencia de ser lo que se apaga
el silencio que sabes que has guardado
a la espalda las luces se apagaron
tanto andar sin apenas darse cuenta
de que dejas que vas en solitario
resulta todo transparente limpio
el tiempo poco a poco lo ha lavado
en el aire quedaron las sonrisas
y las lluvias se fueron hacia el barro
al fin se purifica lo que queda
la luz la tierra nada y el cansancio
la querencia de ser lo que se apaga
el silencio que sabes que has guardado
es entonces me dicen cuando ocurre
lo que nadie sabrá ni lo que cuándo
lo que nadie sabrá ni lo que cuándo
[Esta vez el viajero no puede viajar durante las navidades a China; poco tiempo para un viaje –iba a ir a Macao– tan largo y tan caro; con el problema añadido del visado chino y la situación en Hong Kong. Se me han agotado, al sur, los lugares de invierno; y al norte, los lugares de verano. Ya veremos.
Ilustra la hortensia blanca que recibe en mi "pacito" gallego de Malde (Regoa, Cedeira); y los últimos paseos, otoñales, por el Retiro].
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