El aeropuerto de esta ciudad gigantesca es, probablemente, uno de los nudos de la tierra, por donde cruzan gentes, lenguas, cosas.... Me dicen que todavía más al sur ocurre algo semejante en Melbourne. Con otro tono distinto, me recuerda el trasiego de Nápoles, un escaparate, una especie de Corte Inglés del Mediterráneo. Y así hay muchas más ciudades, normalmente costeras. Unas cuantas muchas horas -camino de Hainan- me han servido para darme cuenta enseguida de que estamos no en el primer mundo solo, sino algo más arriba, por donde cruzan o se originan muchas de las novedades, que terminarán por llegar a la vieja Europa, algo que ya me ocurrió en barrios selectos de Shanghai o Guangzhou. La corriente poderosa, imparable y desconcertante del dinero cruza por aquí al lado, y no se que lugar ocupa en ¿la vida, la cabeza, las creencias...? de toda esta gente, mayoritariamente asiáticos, con gotas europeas y árabes. Las fuerzas que lo mueven están cada vez más escondidas, son cada vez más poderosas y van dejando en otros rincones miseria y tristeza. Al parecer, nadie puede hacer nada.
Y en estos momentos en HONG-KONG se han mezclado ideas, creencias, dinero, historia.... el
estallido no se sabe hasta dónde va a alcanzar
.
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