En Aquitania, cerca de grandes ciudades (La Rochelle, Bordeaux, Pottier, Pau....) los pueblecitos franceses se suceden, a cada cual más recoleto, silencioso, apartado....
Así hemos cruzado aquella región, despreciando peajes y autopistas desde Dax hasta cerca de Nantes. A veces nos parábamos –los restaurantes franceses cierran a las 14– a veces tomábamos un –mal– café- Y así desgranamos aquel paisaje: lo mejor eran los pueblecitos medievales, tan silenciosos como apartados, aunque llenos de encanto, como Aubeterre, que conserva además de una iglesia aplastada por la mole de un castillo, la fachada de una iglesia (Saint Jacques) ocupada por lo hugonotes. Y callejas, rincones y lugares sin cuento. Lo dicen, como siempre, las fotos:
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