Dos exposiciones, al menos, insisten en la pátina asiática sobre la cultura europea, española en este caso. Y aún no sé si ya ha terminado la de Cai Guo-Qiang en el Prado. He ido a las dos, lleno de curiosidad: la de la fundación Juan March, que así se llama ("Asia"); la de la casa de cultura de China en Madrid ("Cartografía de los caminos....") Siempre es grato ver ese despliegue de temas, motivos, aspectos, etc. que conectan con el lejano oriente, desde luego; pero parece que en ambos caso se recoge una onda compleja y extraña, algo obvio cuando uno ve, por ejemplo, que la fundación Juan March ha echado mano de todas las últimas generaciones de artistas españoles, incluyendo los fondos del museo de Cuenca, una de sus joyas: un precioso y conocido cuadro de Zóbel es el centro de la exposición. El paseo: Manolo Quejido, Alfonso Albacete. Gerardo Rueda, Gabriel Ramos, G. Torné, Pablo Palazuela, Fernando Beller, Guillermo Paneque, J. Brisas, Luis Martínez Muro.... todos, hasta los proverbios de Miró y los hierros retorcidos de Chillida o los haikus de Jordi Teixidor (2010, de los más cercanos).... Todos.
También resulta excesivamente generalizado el término Asia, que en realidad tiene las tres patas más conocidas: India, Japón, China. Demasiada reducción.
Y así las cosas, he disfrutado de una y otra, mucho más reducida y menor la de la casa de cultura, como es evidente, que ha confrontado "Dunhuang y el Románico de la Península Ibérica", mediante fotografías (expongo algunas). El denominador común es la antigüedad, que acarrea la religiosidad –cuando más lejos la ciencia mayor impregnación de mitos y creencias, claro– y que se transfigura en un arte en donde aparecen, por poligénesis, las reverencias sacras. Es cierto que los renglones del románico catalán se leen de corrido cuando uno admira las excavaciones de Dunhuang.
En cuanto a lo otro.... parece que emerge la imagen de tres potencias asiáticas y que el rápido y constante acceso a la cultura común provoca esas "confluencias" (palabra de moda), sobre todo si en ese proceso hay riqueza, capital, negocio.
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