He ido a
comprar el pan –día de invierno–
y ha sido de
verdad grata sorpresa,
he vuelto con
el pan y con un ramo:
unas mimosas hay
sobre la mesa;
dudé con los
jacintos y narcisos;
se morirán de
envidia cuando vean
que el perfume
de un árbol que madruga
al entrar en la
casa mimo deja;
amarillo
brillante son sus flores,
racimos de
otras flores más pequeñas
que conservan
la gracia y la textura
hasta que
llegue nueva primavera.
Mimosas, como
todo lo que amo,
si cerca paso, renovadas,
frescas.
Me gustan más las plantas que están cerca, y sabes por qué? Porque están vivas!
ResponderEliminarBicos.
que privilegio para esas mimosas recibir semejante elogio poético!
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