se empieza por marchar    mirando todo
se acepta    poco a poco    lo que llegue
y mientras uno     se acomoda     al paso
percibe    vagamente      lo que viene
en un alto     que se hace en el camino
cuando se para     a contemplar    qué tiene  
se intuye       de manera irremediable
lo que es      lo que será     lo que se
pierde
y entonces surge      aquello    que los
versos
quisieron que dijera      tantas  veces
sabiduría de los ignorantes
siempre cercana      mas tan lejos     siempre.
con el primor     del que no sabe nada
la flor     tan frágil     que se troncha    y
muere

Mirando todo o nada. Pero marchar ya no es una opción, es un hecho paulatino.
ResponderEliminarOtro poema increíble. La madurez da joyitas así.
Muy de acuerdo con la representación.
Bicos.