Ferrol, antaño "Ferrol del Caudillo", es una ciudad hermosa, con un casco viejo vecino al puerto y la ría y unos cuantos lugares emblemáticos, entre los cuales las iglesias, el mercado, la calle real, el casino.... Mientras en el resto de España el calor supera fácilmente los 40 grados, Ferrol, como el resto de la cornisa norte, se mantiene sin superar los 25 y baja por la noche, discretamente, a 18. Es casi inaudito cuando a uno le llegan las noticias del aire abrasador de Palma de Mallorca o lo del calentón del peñasco de Jaén. Chaqueta o jersey y manta para dormir.
He callejeado por las calles de Ferrol tomado un par de cafeses, que siguen siendo buenos –al contrario de los de Madrid (excepto algunos pocos, como los de Palma 20); me he comido un merengue y he comprado en las rebajas de las grandes firmas gallegas (Adolfo Domínguez, Verino, Zara, etc.) ropa ligera para mi próximo viaje a Shanghai.
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