Precioso jardín, al menos esta tarde de agosto, el del JARDÍN BOTÁNICO al lado de la estación central de tren, en Helsinki. Cuidado primorosamente, sin que falte ni una cartela junto a cada planta; de entrada gratuita, entre lagos y ríos. Es el reino –entre los árboles– de los abedules, los olmos, álamos, hayas, robles, serbales, arces, pinos, abetos, cedros..... aunque también de los avellanos y algún otro ejemplar extraño. Durante el paseo he podido identificar numerosas plantas marinas, que ayer no identificábamos cuando bordeábamos el mar;y algunas otras que han de ser típicas de este clima. Sí que he notado muchas malogradas (¿frío, falta de sol...?) y otras que habrán perdido su identidad en el trasiego, que supongo, entre invernadero y verano.
El lugar, apacible; la tarde se fue a los veinte grados; el sol jugó entre nubes y terminó por colorear todo.
A la salida, un largo paseo por el agua que no sé cómo denominar, si río, lago, mar.... termina en puente y está dulce.
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