El qué más da madura lentamente
ignora el pensamiento y lo rechaza
algo hay que va quedando arrinconado
que mira como ajeno lo que pasa
el río que navega el mar cercano
el aire de la cima en la montaña
aquello que se pierde cuando vamos
y no puede llevarse la mirada
despojado de ser lo que te han dicho
destino es que se acepta o que se calla
allí donde se sabe que terminan
querencias risas sueños voces lágrimas
la luz oscura de la noche y tiempo
y la fuga de ser que al fin descansa
ángel que me habló en la iglesia de San Francisco (Cádiz) |
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